La Feria del Automóvil, concesionarios, compraventas e importadores en Zamora: un encuentro entre tradición y necesidad
Desde coches hasta motos, la feria es un escaparate de vehículos que han sido cuidadosamente pulidos y preparados para atraer a una clientela muy específica: aquellos que buscan el coche o moto que se ajuste no solo a sus necesidades, sino también a sus recuerdos y emociones.
En Zamora Importa, uno de los principales actores en la importación de vehículos de la provincia, aseguran que el objetivo va más allá de la compra y venta de automóviles. “Lo que realmente importa es Zamora”, afirman, reflejando el compromiso con la provincia tras más de 22 años ofreciendo a los zamoranos coches de segunda mano de alta calidad. Entre los expositores, se respira camaradería. “La competencia es mínima, cada uno tiene su clientela”, comentan. Este ambiente permite a cada vendedor centrarse en las demandas particulares de sus compradores, que muchas veces buscan un modelo concreto o un color específico.
Otro de los protagonistas de la feria es Pedro Fraile, hijo de mecánico y vendedor desde joven, quien destaca la evolución que ha traído la red digital. “Internet me ha traído muchos nuevos clientes”, comenta Pedro, quien ya ha vendido dos de sus 24 vehículos en stock desde la inauguración de la feria el viernes. Como muchos otros en el sector, Fraile sabe que la venta de vehículos de segunda mano tiene mucho que ver con entender las necesidades del cliente y actuar casi como un “psicólogo del transporte personal”, ayudando a sus clientes a encontrar no solo el vehículo que buscan, sino el que realmente les conviene.
La feria también es un espacio donde se pueden escuchar historias de generaciones vinculadas al mundo de la mecánica y la compraventa de vehículos. Para muchos, la pasión por los coches y las motos ha pasado de padres a hijos, y este fin de semana, estas historias de familias ligadas a la venta y reparación de vehículos se mezclan con la búsqueda de nuevos clientes en Ifeza.
Sin embargo, no todo ha sido perfecto en esta edición de la feria. Algunos asistentes han echado en falta un mayor dinamismo en la organización, con precios que, aunque razonables, no han sido particularmente agresivos en comparación con otros años. También ha habido críticas a la falta de entretenimiento para los más pequeños, que solo han encontrado algún que otro tentempié en el bar del recinto. Las casas de accesorios de los vehículos, las compañías de seguros y un largo etcétera forman parte también de este mercado que sigue teniendo en España un peso específico importante.
A pesar de estas pequeñas observaciones, la feria ha sido un punto de encuentro para los zamoranos que buscan un vehículo de segunda mano de confianza, así como para los vendedores que, año tras año, siguen apostando por el mercado local. Compraventas, importadores y solucionadores de necesidades de transporte, todos reunidos bajo un mismo techo en Zamora, demuestran que la pasión por los coches sigue viva en la provincia.
Esta feria no solo es un escaparate de vehículos, sino un espacio donde el trato cercano y el conocimiento de las necesidades del cliente siguen siendo fundamentales.