El coso de la villa acoge esta tarde a las 18.30 horas un festival con los diestros Antonio Sánchez Puerto, Diego Urdiales, Matías Tejela y el propio Villalpando, con novillos de Sánchez Arjona.
Villalpando inició ayer los actos de homenaje al torero de plata y apoderado Luis Miguel Villalpando con un coloquio que supuso un repaso a su vida dentro y fuera de los ruedos al que sigue hoy un festival con un cartel en el que están anunciados los diestros Antonio Sánchez Puerto, Diego Urdiales y Matías Tejela, íntimamente lugados a la carrera profesional del zamorano, así como el propio torero de plata de la tierra, que reaparece esta tarde de forma puntual con tan especial motivo ante novillos de Sánchez Arjona.
Con una cerrada ovación y la emoción a flor de piel. Así recibían ayer los vecinos de Villalpando a su paisano y amigo, Luis Miguel Villalpando, en el salón de actos del Ayuntamiento de la villa, donde tuvo lugar una charla que supuso un repaso a una vida dedicada al toreo.
Tras las palabras de bienvenida de Antonio Boyano, se procedió a la proyección de un vídeo que condensaba en diez minutos la vida del banderillero y apoderado dentro y fuera de los ruedos, desde que era un niño con una mirada ávida de comerse el mundo.
En la mesa, la historia viva de más de medio siglo de tauromaquia con un cartel de lujo en cualquier plaza. El maestro Andrés Vázquez, Sánchez Puerto y Matías Tejela, y los banderilleros Carlos Ávila y El Víctor quisieron sumarse al homenaje, desglosando desde su experiencia personal la categoría profesional y humana de un emocionado Luis Miguel Villalpando, que no pudo reprimir las lágrimas en muchos momentos.
El torero más grande que ha dado la tierra zamorana, Andrés Vázquez, recordó las dificultades que encontraban los chavales de un pueblo para hacerse toreros, los viajes en los viejos autobuses que paraban en Villalpando o cómo vió cualidades en aquel chico de Villalpando de quien dijo que era "un torero malogrado que lo mismo hubiese podido mojarme la oreja". Por su parte Luis Miguel Villalpando agradeció al maestro el ser una referencia y una inspiración definitiva en su vocación por la tauromaquia. "Eras un niño y veías al maestro por las calles del pueblo siendo ya un figurón del toreo y eso te hacía sentir que era una persona de una dimensión especial", dijo el homenajeado.
También con lágrimas el diestro Antonio Sánchez Puerto destacó la profesionalidad de Villalpando, "que más que mi amigo es mi hermano" y del que dijo que "nunca se me olvidará que un toro me abrió un boquete en un muslo y que aquel boquete fue taponado por el puño de Luis Miguel Villalpando", además de destacar el papel de su mujer, Maribel Merchán, y de toda su familia.
En parecidos términos se expresaba Matías Tejela, quien afirmó que fue Luis Miguel Villalpando quien atemperó sus formas y quien le encauzó en el mundo de los toros en un momento difícil cuando incluso pensó no dar el paso de novillero a matador.
Carlos Ávila por su parte se reafirmó en la idea de que Luis Miguel Villalpando ha sido un "torero de toreros" para el escalafón de la plata, algo que suscribía también el Víctor, quien comparte con Lumi (como lo conoce todo Villalpando) la andadura de Diego Urdiales por los ruedos. Precisamente Urdiales -que no pudo asistir al haber sido operada su madre la tarde anterior- enviaba un cariñoso y agradecido mensaje a su apoderado, de quien aseguraba "me faltan las palabras para definir en su dimensión profesional pero sobre todo humana, por su cariño y por su tremenda dignidad dentro y fuera de los ruedos".
Festival
Los actos del homenaje continúan esta tarde con un festival taurino en el que están acartelados los diestros Antonio Sánchez Puerto, Diego Urdiales, Matías Tejela y el propio Luis Miguel Villalpando, con novillos de Sánchez Arjona.
El festejo dará comienzo a las 18.30 horas y servirá para que los aficionados puedan encontrarse con pasajes de una tauromaquia de poso y solera y estampas de otro tiempo y del toreo eterno en un cartel de indudable interés que supone la vuelta a los ruedos de forma puntual de Luis Miguel Villalpando, a quien su tierra hoy le pesará más sobre los hombros que cualquier tendido de Las Ventas. El peso, la responsabilidad, de ser profeta en su tierra.