El Ayuntamiento de Zamora da el último paso para el derribo del edificio 11 de la Feria

Tras la Junta de Gobierno Local, el equipo de Gobierno ha llegado al último paso necesario para que el edificio número 11 de la Feria sea historia. Tras la propuesta de adjudicación a la empresa encargada del derribo, el Ayuntamiento destinará un total de 150.000 euros para continuar las labores de liberación de la muralla.

La expropiación del edificio, que es el que más cantidad supone de todos los de la Feria, se llevó a juicio en el año 2014, con una cantidad de 1.224.000 euros que es a la que accede el juzgado para los expropiados. En el año 2018, vuelve a haber otra sentencia, en la que se incluye el premio de afección del 5% más los intereses de demora desde que se produce la sentencia hasta que se les paga, por lo que el juzgado concede 110.000 euros.

Un total de 1.334.000 euros para la expropiación, sumados a los 73.000 euros que el Ayuntamiento ha tenido que pagar a los inquilinos, ya que también es necesario expropiar sus derechos sobre su renta, aunque es una cantidad que se ha reclamado a los anteriores propietarios, pero para vaciar cuanto antes el piso, el Ayuntamiento lo ha adelantado, "para resolver una situación que venía en el tiempo muy comprometida y muy judicializada y había que darle una salida", señalaba Francisco Guarido. El derribo, al igual que en la bajada de San Martín, tendrán que esperar al término de la Semana Santa por seguridad debido a las aglomeraciones de gente y los pasos de las procesiones.

Además, el pasado viernes salió un decreto del Gobierno por el que se prorrogaban las inversiones de los dos últimos años, con un esquema jurídico que permite a los Ayuntamientos con superávit pueda hacer inversiones sostenibles. Por tanto, el Ayuntamiento de Zamora dispone para inversiones sostenibles es de 6.593.000 euros de cara al 2019. Una cantidad destinada para un nuevo programa de asfaltado, mejoras en aceras en zonas céntricas de la ciudad, dos millones aproximadamente para el alumbrado LED y más de un millón para saneamiento.

También habrá cambios en las sepulturas del cementerio, incorporación de vehículos grandes en el departamento de obras y recuperación y acondicionamiento de caminos rurales. El Alcalde de Zamora señalaba que "aunque no son inversiones que sean vistosas, pero son las grandes infraestructuras que necesita Zamora".

Otro de los asuntos ha sido la revisión del mapa de ruidos de la ciudad de Zamora, con el objetivo de reducir los decibelios, aunque la capital del Duero prácticamente no llegue al tipo cinco del nivel de ruido. El mayor nivel de ruido en Zamora proviene, según informaba Romualdo Fernández, concejal de obras y urbanismo, "del tráfico rural, del tráfico ferroviario en menor medida y de las actividad industriales de los polígonos".

La distribución de la ciudad según los datos de ruido deja un 52,93% de población que vive en áreas de silencio, con un rango entre menos de 50 dB por la noche y 60 dB de día. Un 23,45% de la población habita en zonas residenciales, consideradas brevemente ruidosas, con un rango entre 55 dB y 60 dB. Un 16,25% en áreas tolerablemente ruidosas, que incluyen oficinas o comercios, con un rango de entre 65 dB y 70 dB y un 2,94% que lo hace en zonas ruidosas, como los polígonos industriales que comprenden más de 75 dB.

El Concejal de Obras y Urbanismo, señalaba que "se hará una exposición pública de un mes para la revisión del mapa de ruidos y se trasladará la propuesta a la Junta que es quien lo tiene que aprobar".