Los misteriosos yacimientos de la Cuenca del Duero, que abarcan provincias como Zamora, Salamanca y Soria, continúan desvelando los secretos de la vida prehistórica en la región. Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentran los restos de una variada fauna, incluyendo mamíferos y reptiles, que habitaban la zona hace millones de años.
Uno de los aspectos más emocionantes de estos descubrimientos es el registro de antiguos cocodrilos, que arroja luz sobre la evolución de estas criaturas a lo largo de las eras. En los sedimentos del Eoceno medio, con una antigüedad de aproximadamente 45 millones de años, los científicos han identificado representantes de tres grupos de cocodrilos modernos.
Entre estos descubrimientos, destacan especímenes como Duerosuchus piscator, un miembro del grupo extinto de los planocraniidos, así como Diplocynodon, un pariente antiguo de los caimanes actuales. Además, se ha identificado una especie similar a los cocodrilos del Nilo, atribuida al género Asiatosuchus.
Uno de los hallazgos más notables tuvo lugar en Casaseca de Campeán, en la provincia de Zamora, donde el Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca realizó excavaciones a finales de los años 80. Allí se descubrieron un cráneo casi completo y una mandíbula izquierda, proporcionando una visión detallada de estos antiguos depredadores.

Estos ejemplares se habían citado en varias ocasiones de forma preliminar, pero recientemente un grupo de investigadores del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca y del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED los ha revisado en detalle y las conclusiones se publican ahora en la revista “The Anatomical Record”.
Estos descubrimientos no solo enriquecen nuestro entendimiento de la antigua fauna de la región, sino que también ofrecen valiosas pistas sobre la evolución y adaptación de los cocodrilos a lo largo de millones de años. El continuo trabajo de los paleontólogos en la zona promete desenterrar aún más secretos sobre el pasado remoto de Zamora y sus alrededores.
