"Dame un Muerdo”, el obrador extremeño que sorprende en Ecocultura con su mostaza y ketchup ecológicos
En la antigua Roma, la mostaza era más que un condimento: se utilizaba como purga para desparasitar, aliviar dolores de estómago y preparar ungüentos contra las molestias articulares. Aquellos romanos mezclaban las semillas con vino —el llamado mustum ardens, o moston, origen de la palabra "mostaza— para obtener un brebaje que solo los más pudientes podían consumir. Siglos después, los franceses suavizaron su sabor con la célebre mostaza de Dijon y democratizaron un producto reservado a los más ricos. El resto es historia.
Hoy, esa historia se reinventa en la feria Ecocultura Zamora, donde Sonia Hernández y José Rodríguez, creadores de la marca “Dame un Muerdo”, traen desde Trujillo (Cáceres) una nueva vida para este ancestral alimento. En su pequeño obrador artesanal, elaboran ketchup y mostazas ecológicas con procesos naturales de maceración y vinagre de manzana, que da un toque suave y equilibrado, frente al vinagre de vino, mucho más intenso.
“Queríamos una mostaza con alma, sin tanto azúcar ni sal. Lo importante son los ingredientes y el respeto al proceso”, explica Sonia Hernández, educadora social nacida en Toledo, con muchos años de residencia en EEUU antes de asentarse en Extremadura.
La pareja apostó por este proyecto hace tres años y desde enero de 2024 venden sus productos en ferias, tiendas especializadas y en su propio obrador. Su kétchup, elaborado con 18 especias y muy poco azúcar, se ha convertido en una alternativa saludable para los más pequeños. “Utilizamos azúcar de caña de pequeños productores latinoamericanos y materias primas ecológicas. Cuando el producto es honesto y de calidad, la gente lo nota”, añade, convencida de que la pedagogía alimentaria es parte fundamental de su trabajo.
En su primera visita a Ecocultura Zamora, que se clausura esta tarde, aseguran sentirse encantados con la cercanía de la organización, la simpatía del público y la belleza y limpieza de la ciudad. “Nos ha sorprendido la valentía de los zamoranos: se han atrevido con sabores nuevos”, comenta mientras atiende su puesto, donde el aroma especiado invita a detenerse.
Lejos de copiar a nadie, “Dame un Muerdo” reivindica la originalidad y la paciencia del trabajo bien hecho. Una vuelta al origen, pero con mirada contemporánea: la de quienes creen que otro sabor —y otra forma de alimentarse— es posible.