Cuidadores familiares denuncian la desigualdad en la atención a dependientes en el entorno familiar

Además, AZACUEFA recuerda que llevan más de cuatro meses esperando una segunda reunión con el delegado de la Junta, Fernando Prada, quien se comprometió en diciembre a trasladar sus demandas a la Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades y a volver a reunirse con ellas tras las navidades
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La asociación de cuidadores no profesionales AZACUEFA ha convocado este viernes una concentración frente a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora para exigir un trato digno y justo tanto para los dependientes cuidados en el entorno familiar como para quienes se encargan de ellos día tras día, sin descanso ni reconocimiento.

Desde la asociación denuncian la situación de precariedad absoluta en la que se encuentran los cuidadores familiares, quienes trabajan jornadas de 24 horas, los siete días de la semana, sin vacaciones ni fines de semana, sin sueldo directo ni cobertura completa en la Seguridad Social, a pesar de asumir una responsabilidad vital en el sistema de atención a la dependencia.

Los cuidadores también denuncian el trato discriminatorio hacia los dependientes que viven en el entorno familiar, frente a los que están atendidos por servicios profesionales. Las ayudas económicas que se les asignan son hasta tres veces menores, y no se les subvencionan camas articuladas si no tienen contratada la ayuda a domicilio, lo que limita gravemente su calidad de vida.

Además, AZACUEFA recuerda que llevan más de cuatro meses esperando una segunda reunión con el delegado de la Junta, Fernando Prada, quien se comprometió en diciembre a trasladar sus demandas a la Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades y a volver a reunirse con ellas tras las navidades. “A día de hoy, seguimos esperando esa llamada”, subrayan.

También denuncian el trato “inhumano” recibido hace un año por parte de la gerente de Servicios Sociales, Sara Fernández, quien, según relatan, les llegó a decir que "cuidaban porque querían", y que “para eso estaban las residencias”, negando la legitimidad de sus reivindicaciones.

AZACUEFA ha afirmado que el actual modelo no solo infravalora el trabajo de los cuidadores no profesionales, sino que discrimina a los dependientes que optan por seguir viviendo en casa, generando una brecha social, económica y humana insostenible.

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