“Comunidades Compasivas”: El proyecto que toma forma en Zamora tras finalizar los talleres sobre el final de la vida
Un proyecto de “Comunidades Compasivas” comienza a tomar forma en Zamora con el propósito de recuperar la red de apoyo vecinal y comunitario en los procesos del final de la vida. La propuesta aspira a devolver al entorno social un papel activo en el acompañamiento a personas enfermas y a sus familias, promoviendo una cultura de cercanía, atención y sensibilidad en momentos de fragilidad.
La iniciativa, de la mano de Francisco Luis Centeno, que gestiona el Centro Día Requejo de Zamora, pretende retomar prácticas que tradicionalmente estuvieron presentes en los pueblos y barrios: cuidar del más débil, sostener a quien sufre y ofrecer presencia humana cuando la enfermedad avanza, frente a la creciente deshumanización que afrontan muchos pacientes hoy en día. El proyecto ya ha sido presentado al Ayuntamiento de Zamora, donde ha sido bien recibido por la concejala de Servicios Sociales, Auxi Fernández, y será trasladado también a otras administraciones y entidades para garantizar su desarrollo.
Este impulso comunitario se ha impulsado tras el ciclo de talleres “Conversaciones al final de la Vida”, organizados por Centeno y celebrados entre octubre y noviembre, en los que se invitó a la ciudadanía a reflexionar sobre la finitud, el sufrimiento y la importancia del acompañamiento al final de la vida.
La clausura del ciclo contó con una conferencia del médico Daniel Ramos Pollo, creador de la primera unidad de Cuidados Paliativos domiciliarios en la provincia. En su intervención, el médico profundizó en cómo asumir el sufrimiento puede conducir a un estado de calma, siempre desde la escucha, la atención respetuosa y el reconocimiento de la persona como alguien que sigue teniendo una vida, deseos y vínculos, más allá de la enfermedad.
Ramos presentó también su guía ilustrada “Vivir hasta el final”, concebida para ofrecer herramientas de comunicación y comprensión que permitan acompañar sin juicio y desde la aceptación. En este contexto, el médico Francisco Luis Centeno recordó que “duelen los cuerpos y sufren las personas”, al tiempo que subrayó la importancia de conversaciones que permitan expresar necesidades y miedos sin tabúes.
Según explicó Francisco Centeno, los talleres surgieron con la intención de ayudar a aceptar la finitud, reflexionar sobre los cuidados paliativos y promover instrumentos como el testamento vital, donde cada persona puede dejar constancia de sus deseos en los últimos momentos de su vida. La respuesta de la ciudadanía ha sido muy positiva, y las encuestas finales permitirán ajustar la programación del próximo año, que incidirá especialmente en cuidados paliativos y sedación.
Con la puesta en marcha del proyecto de "Comunidades Compasivas", este proceso de reflexión se transforma ahora en acción, con la mirada puesta en construir una sociedad más cercana, acogedora y dispuesta a acompañar a quienes viven el tramo final de la vida.