Casi cuatro décadas de vida parroquial en Zamora: el párroco Rogelio Prieto publica su tercer libro recopilatorio

Don Rogelio Prieto, cura adscrito a la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en Zamora, demuestra que la oración y la palabra van de la mano de la escritura. Y lo hace con la presentación del que ya es su tercer libro dedicado a la oración y a la solidaridad, pero también símbolo de entrega abnegada durante casi cuatro décadas sobre las que ha ido dejado constancia en papel. 

El párroco suma ya su tercer libro escrito, en este caso una recopilación de textos desde 1984 -cuando inició su vida parroquial- en adelante. "Desde noviembre de ese año fui escribiendo semanalmente en la hoja parroquial. En el libro describo todo lo que la oración me ha ido dando a lo largo de mi vida". Así lo ha develado a la Diócesis de Zamora que ha dado a conocer este nuevo ejemplar que ya ha salido a la luz, pero cuya presentación oficial se realizará el próximo martes 13, a las 19:00 horas, en el Seminario San Atilano.

Ahora, con el tiempo que le permite la jubilación, Don Rogelio ha podido ir recopilando dichos textos en una tarea ingente pero que ha sabido llevar con la misma calma y dedicación que ofrece a sus feligreses y que ha demostrado a lo largo de sus eucaristías y diferentes ritos religiosos. Buena parte de los parroquianos de Lourdes aún le recuerdan tecleando la antigua Olivetti que fue dando paso a la evolución tecnológica con la llegada de los primeros ordenadores de mesa y los posteriores portátiles. 

Las hojas parroquiales han dado también cuenta del trabajo de un párroco que ha llegado a sumar más de mil publicaciones en forma de reflexiones periódicas dirigidas a sus feligreses. "Aproximadamente calculo que salieran más de mil publicaciones, una edición semanal durante los treinta y tres años que dediqué a la parroquia. La hoja parroquial se llamaba Iglesia Viva" nos cuenta con la sensación del trabajo bien hecho.

Ahora, don Rogelio regresa con un nuevo libro entre las manos y que estará marcado, como en los dos anteriores, por un profundo sabor social ya que el dinero recaudado con su venta se destinará al comedor social de Tarabuco, en Bolivia, regentado por las Misioneras de la Providencia, en el que todos los días se da de comer a más de 300 niños.