Cacerolada en Zamora contra las macroplantas de biofertilizantes: “Son unos carroñeros”

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El alcalde de Jambrina arropado por vecinos del pueblo y de otras localidades cercanas como Peleas y Cubo del Vino denuncia el riesgo para la salud y el medio ambiente de este tipo de instalaciones

Jambrina, Peleas y Cubo del Vino volvieron a salir a la calle para protestar contra la instalación de macroplantas de biofertilizantes que, según vecinos y autoridades locales, podrían suponer un grave perjuicio para la salud y el entorno del municipio. La preocupación principal radica en la cercanía de los proyectos: apenas 1,5 kilómetros separan las plantas de los sondeos que abastecen de agua a la localidad.

El alcalde de Jambrina, Rafael Calvo, fue contundente en sus declaraciones: “Si eso se contamina, Jambrina está muerta. Son carroñeros. Solo miran el dinero y hundir al pequeño. Aquí se debe defender al pueblo en libertad, y eso es lo que vamos a hacer”, afirmó, asegurando que el Ayuntamiento y la Corporación municipal continuarán luchando junto con la asociación local.

Conrado Rodríguez, tesorero de la Asociación Jamprina Biogás, explicó que la población no genera suficientes residuos como para justificar estas macroplantas, y denunció los malos olores que ya se han registrado en otras localidades españolas con proyectos similares: “Es completamente imposible estar allí por la tarde; hay que cerrar las puertas y no salir. Y esto podría ser aún peor con la fermentación de los residuos”. Rodríguez detalló además que la asociación presentó alegaciones de más de 40 páginas contra la planta de Peleas de Abajo y anunció que seguirán con movilizaciones durante 2026 hasta que la administración actúe.

Otro vecino de Cubo del Vino, Basilio Espada, añadió que la situación es alarmante: “Vienen negando que van a meter restos de matadero y animales muertos, pero la realidad es que eso podría entrar y sería terrible para nuestra salud. No podemos permitirlo”.

Como parte de las protestas, los vecinos realizaron una cacerolada frente a la delegación de la Junta de Castilla y León en la Plaza de la Marina, golpeando cacerolas en rechazo al biogás. La manifestación generó un ambiente sonoro intenso y fue una muestra más de la indignación de la población contra los proyectos cercanos a sus viviendas.

El Ayuntamiento está colaborando con la asociación financiando la mitad de los gastos legales, mientras que la otra mitad corre a cargo de la propia asociación mediante cuotas. Según el alcalde, “no hay signos políticos en esta lucha. El Partido Popular me ha dicho claramente: te debes defender a tu pueblo. Y eso es lo que vamos a hacer”.

Las movilizaciones de Jambrina se suman a las que ya se han realizado en Cubo, Valladolid, Madrid y Zamora, y buscan que la administración deniegue permisos y reubique las plantas a mayor distancia de las viviendas y garantice la seguridad y el bienestar de los pueblos cercanos.