Un Belén Viviente cargado de magia, tradición y solidaridad en Zamora
Con la participación activa de más de 150 personas, el Belén Viviente se erige no como una tradición arraigada
La procesión, iniciada desde la Plaza de La Marina, tejió su camino a través de las calles de la ciudad, guiando a vecinos y visitantes hacia el templo zamorano
Zamora se vistió de magia y solidaridad en la celebración del Belén Viviente, una joya más que esperada de las festividades navideñas. El escenario, la Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir y sus alrededores, se convirtieron en el epicentro de una experiencia cultural y espiritual que congregó a numeroso público.
La procesión, iniciada desde la Plaza de La Marina, tejió su camino a través de las calles de Zamora, guiando a vecinos y visitantes hacia el templo zamorano. El evento prometió un espectáculo visual que deleitó los sentidos y encantó a todos los asistentes.
Sin embargo, este Belén Viviente va más allá de ser una festividad estética; tiene un propósito benéfico. La Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias, canalizó los fondos obtenidos de la venta de las figuras del Belén hacia Sanagua Aspace Zamora. Esta noble iniciativa refleja el espíritu generoso de los zamoranos al unirse para ayudar a aquellos que más lo necesitan.
Con la participación activa de más de 150 personas, el Belén Viviente se erige no como una tradición arraigada. La combinación de la experiencia cultural, espiritual y solidaria hace que este evento sea un aliciente más para el espíritu navideño en Zamora. Un compromiso de los zamoranos con la tradición, la solidaridad y también la generosidad durante la temporada festiva.