Enormes paelleras con centenares de raciones de arroz a la zamorana en Villalar
23 de abril de 2014 (20:07 h.)
Un grupo de zamoranos preparan el típico plato para 800 comensales año tras año en la campa
La presencia de zamoranos en Villalar de los Comuneros el día 23 de abril no queda restringida a la política e instucional. Desde hace varios años, un grupo de zamoranos prepara un inmenso arroz a la zamorana que se sirve para unos 800 comensales y que constituye ya un clásico para los asistentes a la campa en el Día de la Comunidad.
La jornada del 23 de abril comienza con un pasacalles por el pueblo de Villalar de los Comuneros en el que participan diversos intérpretes de música tradicional zamorana, en su mayoría miembros de la Escuela y del Consorcio de Fomento Musical de Zamora -aunque acuden a título particular- entre los que destacan el dúo integrado por Alberto Jambrina y Pablo Madrid, que se unen a destacados músicos de la Comunidad.
Gaitas, dulzainas, flautas y tamboriles conforman un cortejo musical y festivo por las calles de la villa, donde tienen lugar los discursos institucionales y cuya población se ve desbordada cada 23 de abril con un ambiente popular y participativo en los actos del Día de Castilla y León.
Son las mujeres de los músicos que participan en el pasacalles precisamente quienes elaboran el arroz a la zamorana, que empieza a ponerse a punto en dos inmensas paelleras mientras se realiza el pasacalles. Panceta, chorizo, costilla y oreja, enre otros ingredientes, van rehogándose a fuego lento con cebolla y ajo para darle sabor a uno de los platos más típicos de la gastronomía zamorana, si bien su receta original en la actualidad se sirve con múltiples variaciones en los distintos restaurantes de la ciudad.
Una vez elaborado, el arroz se sirve en una carpa instalada por la empresa zamorana Caslesa a todos aquellos que se acercan a degustarlo y conocer uno de los platos más sorprendentes y típicos de la gastronomía zamorana. Lejos de lo institucional y de lo político, la comida constituye un excelente vínculo para reivindicar la personalidad de la provincia zamorana, la excelencia de su productos y la calidad de sus vinos, que son conocidos por todos los asistentes a la campa que año tras año repiten su encuentro con el delicioso arroz a la zamorana. Por algo será.