Un altar de Día de Muertos que guarda historias de vida en cada detalle

Altar
Baruchi presenta una ofrenda llena de símbolos y recuerdos que conectan con el pasado y celebran a quienes ya no están

Como cada año, Baruchi ha montado un altar de Día de Muertos con gran esmero, en el que rinde homenaje a sus seres queridos fallecidos. La ofrenda, cuidadosamente dispuesta, destaca por su colorido papel picado en tonos naranjas, púrpuras y verdes, y la presencia de flores de cempasúchil, símbolo de la festividad.

En el centro del altar, las fotografías de los difuntos honrados en esta ofrenda están acompañadas de elementos tradicionales como pan de muerto, calaveras de azúcar y veladoras, además de frutas y otros alimentos que representan un gesto de bienvenida para los espíritus. También se observan objetos personales que reflejan la personalidad y recuerdos de los seres queridos que Baruchi conmemora en esta ocasión.

Este altar, más allá de un tributo personal, es también un recordatorio de la conexión cultural y espiritual que caracteriza el Día de Muertos, un espacio donde el respeto y la tradición se unen para preservar la memoria de quienes ya no están.