Alejandro el "pesca" se jubila
Uno de los reyes de la noche y de la hostelería zamorana cuelga el mandil y la bandeja tras más de 50 años de una profesión que le llevó a ser uno de los referentes de la noche zamorana.
Caballo Negro fue el mayor exponente de la movida de los 80 en la que la juventud salía por la noche hasta altas horas de la madrugada, se bailaba en los pubs y no se hacía botellón ni se bebía en la calle como ahora. Tampoco había macro disco móviles, y se festejaba la noche cada fin de semana en Fresas, en Caballo Negro, Neón o Ramsés II, discotecas que tenían mucho que decir en los ambientes que centraban las noches de copas en los aledaños de la Marina.
Fresas, Caballo Negro, el Coq, la Habana en Toro, el Continental e incluso el Archy en Madrid de donde fue jefe de Sala han dado buena cuenta de bares y pubs en este final de reinado, en el que el café bar Hispano ha dado a Alejandro un más que merecido título de dandi de la noche y las copas auténticas en la Bien Cercada.
Este ha sido el último de los locales regentado por Alejandro Herrera, cariñosamente llamado el "pesca" , un hombre que hacía buena la profesión de hostelería, tras más de cincuenta años de noches locas y tardes de cafés toreros.
Un verdadero crack entre los profesionales de una más que dura profesión, que ahora necesitaría de maestros como él para saber cuándo y en que momento hacer ese especial guiño, poner esa segunda o tercera ronda por cuenta de la casa que también hacía que para siempre ese fuera el sitio preferido de reunión, a parte del detalle por el ambiente y las compañías.
Copas sin florituras
Con cuatro tipos de rones, cuatro ginebras y otros tantos whiskies, puestos eso si, de manera especial y con cariño se conseguían cajas de récord, amigos para siempre y citas de a las siete en la Calleja o en el Benito para más tarde salir y dar rienda suelta al divertimento sano.
Esto y mucho más, era lo que acompañaba a una era dorada de las noches de Zamora.
Alejandro cerraba su local hoy hace un mes y el teléfono para el traspaso de su último establecimiento son el anuncio que deja claro que "pocos quedan" de aquella generación que daba los buenos días y las buenas noches a la vez, y que vieron tardes de fiestas light y noches de copas, disfraces, fiestas blancas, negras y de otras generaciones que hicieron bueno el refrán aquel de ... cualquier tiempo pasado fue mejor o al menos eso parecía y es.
Hasta siempre dandi de la noche, que todos puedan recordar aquellas noches doradas que llevaron a Zamora a ser referencia de la gente de otras ciudades de una Castilla y León que tuvo ¿tiempos mejores? Pregunten a Alejandro, el conoce muy bien la historia que ya no se repetirá.