Tras la aprobación del decreto energético, a través del concejal de Urbanismo se informó de las medidas que adoptaría el ayuntamiento al respecto, entre las que se encontraba anticipar un cuarto de hora el apagado de la luz ornamental de monumentos, adelantar en diez minutos el encendido y apagado del alumbrado público, y dejar a oscuras la fachada de la casa de las panaderas llegando las diez de la noche.
A día de hoy , ninguna de estas acciones se ha llevado a cabo. Lo que supone un engaño al ciudadano, apunta UPL. Los monumentos derrochan luz hasta la una de la mañana, las farolas se siguen encendiendo al oscurecer , como apagando cuando se hace de día, y el ayuntamiento sigue iluminado en su fachada hasta las tantas.
Aunque la modificación de horarios en automatismos de los cuadros eléctricos lleva un tiempo, cuando ha transcurrido varias semanas desde la entrada en vigor del decreto, cualquier plazo necesario para la adaptación, se ha superado con creces.
Por lo que carece de valor cualquier posible argumentación que se utilice como disculpa para no haber procedido a realizar lo comprometido. La realidad habla claro, se anunciaron ciertas medidas y no se han llevado a efecto.
Resultando incongruente que por obligación cualquier comerciante, independientemente del tamaño del negocio y del número de trabajadores que vivan del mismo, se vea afectado por una medida, que supone hacer menos visible su negocio y por ende afecte a sus potenciales ventas, teniendo que apagar su escaparate a las diez de la noche aunque el gasto sea mínimo y eficiente cuando no lejos el Consistorio derrocha luz a cuenta del bolsillo de todos.
UPL insta al Ayuntamiento de Zamora a cumplir su propias medidas de ahorro, que aunque sean poco más que simbólicas y mínimas para el gasto total eléctrico, sí que avalan un compromiso de solidaridad con los zamoranos.