Un solar en pendiente: cómo reforzar taludes y laderas con geomateriales
Diseñar y construir elementos de decoración paisajística en solares situados en pendientes o en tierras bajas puede ser todo un reto. El deslizamiento del suelo es un problema común que suele surgir en estas situaciones. Sin embargo, el uso de geomateriales -materiales de construcción poliméricos especialmente diseñados- ofrece una solución que elimina las causas de estos problemas y permite a los especialistas en diseño paisajístico hacer realidad sus sueños más creativos.
Métodos eficaces para reforzar el suelo y características de la elección de métodos
No hace mucho tiempo se utilizaban redes metálicas, enrejados de madera y pilotes para reforzar el suelo en laderas y colinas. Sin embargo, la tecnología moderna y la invención del plástico han revolucionado el mundo del diseño paisajístico: las geocelda. Gracias a estos materiales ecológicos y baratos, ya no es necesario plantar plantas en los taludes que sujetan el suelo con sus raíces, utilizar troncos pesados y macizos como pilotes de contención durante la construcción, colocar enormes bordillos de piedra o levantar estructuras de bloques de hormigón.
Hoy en día, el uso de geotextiles de corte fácil, geomallas con pinchos y otros materiales permite planificar y jardinear las parcelas en el menor tiempo posible. Aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de elegir un sistema de estabilización de taludes son los criterios para medir la intensidad de la erosión del suelo y la curvatura del terraplén.
Reglas y características del uso de geomateriales para la consolidación del suelo
Para elegir el material adecuado para la consolidación del suelo, hay que analizar factores como la estructura del suelo, el grado de inclinación, la profundidad de aparición de aguas subterráneas, y también tener en cuenta la frecuencia y la probabilidad de que se produzcan catástrofes naturales, como corrimientos de tierras, desprendimientos y desprendimientos. A partir de los datos obtenidos, se elige el método más adecuado de refuerzo del suelo y se seleccionan los geomateriales con los que será posible garantizar el máximo grado de protección del territorio.
La forma más sencilla de reforzar el suelo deslizante son los geotextiles. Este material, hecho de fibras de poliéster o polipropileno, es denso y tiene la capacidad de transmitir el agua,, se extiende sobre los taludes y luego se fija con anclajes. Una característica distintiva de este tipo de geocompuesto es su elasticidad, que permite decorarlo con una curvatura de hasta 60° preservando y protegiendo las formas naturales. A menudo, este tipo de geomaterial se utiliza en combinación con otros (geomallas, geomallas y geomats).
Las geomantas son una rejilla o esponja tridimensional de gran tamaño de malla fabricada con hilos poliméricos. Las fibras se pegan entre sí utilizando altas temperaturas. Las zonas de suelo arcilloso con una pendiente de hasta 70° también se refuerzan con esteras hechas de fibras naturales (casi siempre de coco), que con el tiempo se convertirán en un fertilizante natural. El refuerzo de taludes con geomantas se combina con métodos de refuerzo natural, que consisten en plantar plantas cuyo sistema radicular es capaz de retener el suelo.
Las parcelas con un alto grado de pendiente se refuerzan con geomallas o geomallas. Estos materiales son una red de celdas interconectadas. La altura de las cintas poliméricas de las geomallas puede alcanzar los 300 mm, mientras que la altura de los hilos de las geomallas no supera los 5-10 mm. Los taludes muy empinados con un ángulo cercano a 45° pueden reforzarse con geomallas.
Consideraciones importantes a la hora de elegir un método de refuerzo de taludes
Es esencial comenzar los trabajos de refuerzo de taludes con mediciones y análisis del suelo. Debe prestarse especial atención a las zonas con barrancos (sobre todo las que muestran tendencia a crecer) y a las zonas situadas a lo largo de la costa. Los cálculos y el diseño de las estructuras deben confiarse a especialistas que, utilizando equipos especiales, podrán determinar la presión del suelo, la complejidad del terreno, las dimensiones y contornos de la zona de trabajo, la necesidad de materiales y su tipo, así como realizar en poco tiempo y con precisión los trabajos de fijación de suelos inestables.
En zonas con poca pendiente, los trabajos de refuerzo de taludes pueden realizarse de forma independiente. La forma más sencilla de reforzar el suelo es con geotextiles. Para realizar los trabajos, basta con extender el geotextil sobre el suelo inestable y fijarlo con anclajes. No será difícil colocar geotextiles en pendientes. Este material, al igual que los geotextiles, está disponible en rollos. Esto es lo que permite hacer el refuerzo con un equipo de 2 personas. El principio de fijación de las geomallas es similar al del trabajo con geotextiles. La diferencia es que estos últimos se fijan a gran distancia (a menudo sólo en el perímetro), y cuando se colocan geomallas, los anclajes se escalonan en forma de tablero de ajedrez con un paso no superior a 60 cm.
La instalación de la geomalla comienza con la retirada de la tierra vegetal (junto con el césped) y la preparación del terreno, incluida la recogida de basura y la nivelación del territorio según el ángulo general de inclinación. Una vez terminados los trabajos preparatorios, se coloca y fija la estructura. La etapa final consiste en rellenar las celdas con tierra fértil y sembrar las semillas. Cabe señalar que este tipo de refuerzo de taludes es más pertinente cuando es necesario detener la erosión del suelo causada por los vientos, el deshielo o el agua de lluvia.
Conclusión
El uso de geomateriales es una solución eficaz e innovadora para reforzar taludes y laderas empinadas. Analizando la estructura del suelo, el grado de inclinación, la profundidad de aparición de aguas subterráneas y la frecuencia y probabilidad de catástrofes naturales, los especialistas pueden elegir el método más apropiado de refuerzo del suelo y seleccionar los geomateriales adecuados para garantizar la máxima protección del territorio. Los trabajos de refuerzo de taludes deben ser realizados por especialistas que puedan determinar con precisión la presión del suelo, la complejidad del terreno, las dimensiones y contornos de la zona de trabajo, la necesidad de materiales y su tipo, y llevar a cabo los trabajos de fijación del suelo inestable. Siguiendo estas directrices, podrá asegurarse de que su proyecto de refuerzo de taludes sea un éxito y de que sus elementos de decoración paisajística permanezcan estables y seguros durante años.