Los de la UNI: medio siglo de recuerdos y orgullo en Zamora
Los de la UNI: medio siglo de recuerdos y orgullo en Zamora
Hablar de la Universidad Laboral de Zamora es hablar de una huella imborrable en la memoria colectiva de varias generaciones. Un proyecto educativo nacido en el anterior régimen, basado en la formación en oficios y en la enseñanza de Bachillerato y FP, que, más allá de su origen, dejó en Zamora y en toda España una impronta única de valores, disciplina y compañerismo.
En España hubo varias universidades laborales: la monumental de Sevilla, la joya arquitectónica de Gijón o la de Cheste, a la sombra del circuito valenciano. Pero en Zamora, “ir a la UNI” siempre tuvo un significado especial. Cientos de ingenieros y técnicos que hoy riegan España con su trabajo se formaron en este centro, cuyos alumnos pasaron por las aulas de Don Bosco, el Castillo, la topera o el edificio de la Grillera, que daba la bienvenida a quienes llegaban a la ciudad por la carretera de Madrid.
La quinta del 75, un aniversario cargado de historia
Entre todas las promociones, los de la quinta del 75 ocupan un lugar simbólico. Ellos comenzaron curso en septiembre y apenas seis semanas después asistieron a la muerte de Franco, aquel 20 de noviembre que marcó el inicio de una nueva etapa en España. “Se cargaron a Franco”, dicen en tono irónico y figurado, porque su etapa de formación coincidió con la transición política y el despegue social y económico del país.
Ahora, medio siglo después, los chicos del 75 han cumplido 50 años. Algunos ya no están para celebrarlo, y a ellos se dedica este recuerdo. Para quienes quedan, la conmemoración se convierte en una mezcla de nostalgia y homenaje: una misa, un paseo por las aulas y pasillos, la evocación del bar de la UNI, las Clarisas que lavaban la ropa a los internos y tantas pequeñas historias que conforman un mosaico de vivencias compartidas.
Un marchamo de calidad para toda la vida
Estudiar en la Universidad Laboral de Zamora significó mucho más que obtener un título: fue recibir un sello de calidad humana y académica. Ese espíritu sigue vivo en la gran familia de antiguos alumnos que, año tras año, celebran el orgullo de haber formado parte de esta institución.
La UNI marcó vidas, forjó amistades y abrió horizontes. Hoy, recordar a los de la quinta del 75 es recordar también a todos los que alguna vez fueron parte de esta comunidad, y felicitarles por mantener viva una historia que sigue siendo motivo de orgullo para Zamora.