Los restos de Palomino datados en 1530 se mantendrán a la espera de darles sepultura en la cripta del Santo Sepulcro

En el momento en el que se abrió el sepulcro de Palomino, años atrás, apareció la momia del propio Palomino junto a más restos. La decisión que se tomó fue meter los restos en bolsas de plástico y subirlos al coro de la iglesia del Santo Sepulcro. 

En tareas de limpieza y ordenando el coro del Santo Sepulcro han sacado las bolsas con los restos. Al parecer poco acertado que siguieran de esa forma conservados, se les sacó del lugar a la espera de darles sepultura. Por el momento se encuentran en la cripta de la iglesia del Santo Sepulcro.

Perteneciente a los siglos XV-XVII y de carácter románico-mudéjar, el Santo Sepulcro de Toro mantiene la torre, las facahadas occidental y septentrional, la cabecera con los tres ábsides, las bóvedas y uno de los arcos formeros. Experimentó una renovación en los siglos XVI y XVII. Durante la Edad Media sirvió de sede del vicario general de la Orden de Caballeros del Santo Sepulcro de los reinos de Castilla, León, Galicia, Navarra y Portugal.

Con estas imágenes de los restos nuevamente encontrados, nos trasladamos al año 1530, poco antes de la creación de la austera imagen de par y nudillo de la nave central y el alfarje de casetones del coro, a cargo del carpintero toresano Lorenzo Gago y Pedro Navarro.