Rafael González renuncia a su profesión de abogado para continuar como Alcalde de la ciudad de Toro

La oposición le obliga a cerrar su despacho, con una trayectoria profesional de más de 33 años y a despedirse de todos sus clientes
Rafael González (PP), alcalde de Toro
photo_camera Rafael González (PP), alcalde de Toro

Tras el último pleno celebrado el lunes día 17 de Julio, en el que Zamora Sí, Futuro, Nos Movemos por Toro y el Partido Socialista votó en contra de la liberación del alcalde al 80% y le exigía dedicación plena y exclusiva al 100% en el Ayuntamiento de Toro, Rafael González ha decidido continuar como Alcalde de la ciudad, haciendo de esta manera “a la oposición salirse con la suya”.

Rafael González, que a su expreso deseo, pidió poder compatibilizar la alcaldía con su despacho de abogados, muy emocionado por verse obligado a cerrar las puertas de su pasión, la que comenzó su padre y en el que lleva trabajando más de 33 años, nos hace llegar el siguiente comunicado: 

“No existe normativa estatal (Constitución Española; Ley de Bases de Régimen Local, ni el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales) que obligue a ningún miembro de la Corporación a que desempeñe el cargo con dedicación exclusiva. De forma sorpresiva, un Reglamento de una entidad local en contra de normas jerárquicamente superiores, obliga con carácter general y obligatorio al Alcalde a regirse por un régimen de dedicación exclusiva. Se cercena la posibilidad de participar en asuntos públicos ( en su vertiente de sufragio pasivo) aquel que tenga un actividad profesional, laboral o empresarial ajena a la política.

La Alcaldía de Toro se convierte en una profesión, se priva de la independencia económica ajena a la política, se obliga a aferrarse al sillón. Otros candidatos en campaña han mostrado su disposición a no abandonar ni su profesión ni su puesto de trabajo ¿Por qué lo que era un derecho para ellos me es negado a mi?. Injustamente se me ha puesto en la tesitura de optar bien seguir siendo Alcalde bien continuar con el ejercicio de mi profesión de Abogado. Desde aquí digo que son perfectamente compatibles, se es Alcalde las 24 horas.

Ser Alcalde de Toro es un auténtico orgullo y honor, pero ser Abogado para mi es mi razón de existir. Me ha costado mucho esfuerzo y sacrificios tener, más bien continuar con el despacho que allá por 1955 inauguró mi padre, y cuya labor he continuado dignamente. Otros ediles han tenido que solicitar la excedencia en sus puestos de trabajo porque la ley les impide ser concejales y al mismo tiempo ser empleados del Ayuntamiento del cual son ediles, pero, por ley, tienen reservado su puesto de trabajo cuando concluya su aventura política, además de poder prestar servicios para otras administraciones públicas o empresas privadas.

En mi caso de obligaría a cerrar mi despacho, darme de baja como Abogado igualmente no podría trabajar ni en otra administración ni empresa privada alguna. Resumiendo, renunciar a lo que me ha costado 33 años labrarme. Me veo obligado a optar, hasta el viernes pasado fue la opción de dejar la política pero una serie de circunstancias me han conllevado a reconsiderar mi postura: la posibilidad real de hacer realidad uno de los proyectos vitales para Toro, y sobre todo el enorme cariño y comprensión que me han trasladado mis vecinos, ellos son mi energía.

Con rabia contenida, y con enorme dolor, anuncio que abandono la Abogacía, cierro mi despacho, y desde aquí dar las gracias a todos aquéllos clientes que han confiado en mi en los últimos 33 años, pido perdón a todos aquéllos cuyos asuntos estén en trámite para que los asignen a otros compañeros/as, y a ti Papá, te digo, lo siento, me obligan. Lucharé con todas mis fuerzas para que en el futuro, el que elijamos como Alcalde, no se vea obligado a tomar una decisión tan traumática como la que se me obliga a mí”.

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