El pasado 7 de diciembre una analítica de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León detectó en la red de abastecimiento de agua potable de Toro un aumento del valor arsénico superando el límite establecido. Algo que convirtió que este bien natural se prohibiera y los vecinos tuvieran que recurrir a agua embotellada; actualmente se realizan repartos entre los vecinos para paliar la situación.
Los miembros de la oposición del Partido Popular han tachado esta situación como “un problema gravísimo” y ha recordado el “enorme peso de la industria agroalimentaria de Toro”, tal y como ha asegurado Alejandro González, portavoz del grupo municipal del Ayuntamiento de Toro.
También ha indicado que “estos episodios de arsénico no se solucionan de la noche a la mañana y vamos a tener que convivir con estos problemas durante los próximos meses hasta que se ponga una solución definitiva”.
González ha explicado que en junio de 2022 la Junta de Castilla y León advirtió a Toro ante los índices de arsénico, para ello “era muy previsible que sucedieran sucesos como los que tenemos actualmente”. Ahí fue cuando el alcalde “debía haber solicitado el apoyo de las instituciones para evitar esto”.
Así, ha dicho que “la tercera población más importante de Zamora está actualmente sin agua” y ha aseverado que desde el PP “vamos a solicitar información en relación a los análisis de la calidad del agua y no descartamos un Pleno de carácter urgente. También que se estudie para que no se cobre ningún recibo de agua hasta que se solucione este problema”.
Por su parte, la concejal del grupo municipal del Ayuntamiento de Toro, María de la Calle Solares, ha recordado que “la Organización Mundial de la Salud considera el arsénico como uno de los elementos más peligrosos para la salud pública”.
