La procesión del Viernes Santo vuelve a las calles toresanas
La Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla, tras tres años sin poder realizar el desfile procesional debido al mal tiempo, que dejaba en Toro los años anteriores lluvia, e incluso nieve, sacó de nuevo sus imágenes a la calle, para deleite tanto de cofrades como del público.
Y es que fueron miles de personas, entre toresanos y visitantes, las que se congregaron a lo largo de todo el recorrido para admirar las tallas con las que esta hermandad lleva a cabo la tradicional procesión de Viernes Santo, la más grande de cuantas se presentan en la ciudad durante su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Regional.
La sede de la Cofradía de Jesús y Ánimas, la iglesia-museo de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina, acogió, tan temprano como dicta la tradición local, a las 06.00 horas, el Sermón del Mandato, a cargo del párroco local Roberto Castaño, acto tras el que dio comienzo la esperada procesión, la cual, según es costumbre, se mostró en dos recorridos, permaneciendo entre ambos las imágenes siuadas en El Espolón, junto a la Colegiata, mientras los hermanos aprovechaban este descanso para almorzar el tradicional bacalao.
A lo largo de los dos trayectos, las imágnes estuvieron acompañadas por la música de la Banda Municipal de Música "La Lira", la Banda de Música de Tordesillas, la Banda de Música "Maestro Lupi" de Benavente y la Banda de Música de Medina de Rioseco, que marcaron con sus marchas el lento caminar de cada una de las imágenes, portadas con gran esfuerzo por los cargadores de la Cofradía.
El desfile procesional lo integraron los pasos de la Santa Cena, la Oración en el Huerto, la Flagelación del Señor, Jesús atado a la Columna o Ecce Homo, Jesús del Perdón, Jesús Camino del Calvario, la Virgen de los Dolores, Nuestro Padre Jesús o Jesús Nazareno, la Verónica, la Desnudez, Cristo de la Expiración y la Virgen de la Soledad.
La procesión finalizó con el regreso de las imágenes a la iglesia de Santa Catalina, lugar al que llegaron juntos Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad, y en el que se realizó el baile de los pasos, momento que reunió a un numerosísimo público, al ritmo de las piezas interpretadas por la Banda "La Lira", que fueron "El novio de la muerte" y, como final, el himno nacional.
Estas dos imágenes fueron escoltadas por los Abades en ejercicio de Jesús y Ánimas, Ángel García, Samuel Hernández, Cesáreo Pérez, José Manuel Rubio, Alan Martín, Julián Blanco, José Lorenzo Sevillano y Clemente Velasco, que se reconocieron "felices" por haber podido celebrar su fiesta, tras tres años sin que la procesión pudiese recorrer las calles de la ciudad, al igual que el presidente de la Cofradía, José Manuel de la Fuente, quien se mostró satisfecho y señaló que "por fin los hermanos han podido disfrutar la procesión, y eso hace que también el público la disfrute más".