150 años educando en el Amor de Dios

La Colegiata de Santa María la Mayor de la ciudad toresana acogió el domingo, 27 de abril, el oficio de la Eucaristía solemne con la que se conmemoró el 150 aniversario de la fundación de la Congregación de las Hermanas del Amor de Dios.

Toro fue el lugar elegido para esta celebración, puesto que fue en esta localidad donde comenzó la vida de esta Congregación, fundada por el Padre Jerónimo Usera el 27 de abril de 1864. Además, durante esta Eucaristía, nueve hermanas de África y América hicieron su profesión perpetua y se dio inicio al Movimiento Seglar Amor de Dios.

La Misa solemne en la Colegiata fue presidida por el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, y concelebrada por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, junto al párroco local Roberto Castaño y otra veintena de sacerdotes. En cuanto a los más de 800 asistentes a esta celebración, estuvieron presentes, además de las hermanas que permanecen en la casa fundacional, las religosas del colegio Amor de Dios de Toro, y representando a la Congregación, su Gobierno General, presidido por la Superiora General, la hermana portuguesa Margarida Martins da Silva, junto a las superioras provinciales y viceprovinciales, así como representantes de las religiosas de todos los países en los que está presente la Congregación. Además, también asistieron algunos familiares del Padre Usera.

También estuvieron presentes 350 jóvenes que forman parte del festival JADEM, Jóvenes Amor de Dios Evangelizando por la Música, que es un encuentro anual de jóvenes, monitores y hermanas de los colegios de toda España, y que este año se ha realizado en Toro y Zamora para que coincida con este aniversario tan especial. Asistieron también representantes nacionales, regionales y de la Diócesis de Zamora de CONFER, Conferencia Española de Religiosos, y de FERE, Federación Española de Religiosos de Enseñanza, así como el alcalde de la ciudad, Jesús Sedano, junto a los miembros del Gobierno Local, y el director general de Recursos Humanos de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, Jesús Manuel Hurtado.

Y también se contó con la presencia de diversas personas relacionadas con la misión que realizan las Hermanas del Amor de Dios, como representantes de las instituciones privadas o eclesiales que tienen convenio con la Congregación, el Equipo de Titularidad de los colegios de España, los directores pedagógicos y coordinadores de pastoral de los colegios de España y Portugal, la Junta Directiva y los presidentes de las delegaciones de la Asociación Padre Usera (ONGD) de España, la Junta Directiva de la Asociación Jerónimo Usera de Portugal, el vicepresidente de la Asociación Usera por un Único Mundo de Alemania, representantes de las asociaciones de madres y padres de alumnos de los colegios de España y Portugal y los representantes de las asociaciones de antiguos alumnos de los colegios de Portugal y España.

Por otro lado, el canto de la liturgia fue llevado a cabo por un coro de hermanas de España y Portugal, que estuvo dirigido por la hermana Felicia Gomes.

La Eucaristía estuvo dedicada a la celebración de los 150 años de la fundación del Amor de Dios, y así, el obispo de Zamora, Gregorio Martínez, en su homilía, dio gracias a Dios "por esta obra, por este hombre, el Padre Usera, y por la respuesta de todas las Hermanas, que han respondido con fe y generosidad", y se dirigió a las Hermanas de esta Congregación para recordarles que "sois Hermanas consagradas, pertenecéis a la vida de la Iglesia, sois parte esencial de ella". Así mismo, les señaló que "debéis responder a la llamada de la santidad, siguiendo el camino de la venerable sor Rocío, pues cuando os consagráis al Señor os consagráis para una vida santa, y es que sólo desde la santidad se expresa el Amor de Dios". Por otro lado, al indicar que "estáis aquí de diversos países y lugares", las exhortó a una vida de misión, "sed misioneras siempre, sobre todo en los países en los que se necesita vuestra presencia". También las animó a continuar, "buscad la vida que el Padre Usera imaginó y os entregó", que consiste en estar "consagradas para la educación", en la que deben "trabajar con los niños, pero también con los padres y con los educadores".

Durante el oficio de esta Eucaristía de acción de gracias, nueve jóvenes, provenientes de Angola, Bolivia, Mozambique y República Dominicana, realizaron su profesión perpetua en la Congregación. Cada una de ellas, junto a la Superiora General, leyó la fórmula de la profesión, que llevaba escrita de su puño y letra, y después, tras firmar sobre el altar este documento, lo enseñó a la asamblea. Seguidamente, el obispo de Zamora las bendijo, tras lo cual les hizo entrega del anillo.

Otro acto se produjo, además, durante esta Misa, y fue el inicio oficial del Movimiento Seglar Amor de Dios, con la promesa solemne, por un año, de 25 seglares de España, Portugal y Cuba.

Finalizada la Eucaristía, los asistentes se trasladaron hasta la Casa Fundacional, en cuya fachada se descubrió una placa conmemorativa. El encargado de este acto fue el alcalde de la localidad, Jesús Sedano, quien, además de los buenos deseos hacia la Congregación, tuvo palabras de agradecimiento personal, puesto que "mi nieto es alumno de este colegio, pero también lo fueron mis hijos, y yo mismo también lo fui". Además, dos alumnos de los colegios de Zamora y Toro, Carla País Carretero y Álvaro Tejeda Pinilla, intervinieron en este acto.

Por su parte, la Superiora General, Margarida Martins da Silva, recordó que la labor educativa de las Hermanas del Amor de Dios comenzó porque "había mucha hambre de enseñanza", y señaló que "educar a la mujer es educar a la sociedad, según el pensamiento del Padre Usera"; también agradeció a todos que "hayáis querido celebrar con nosotras" esta efeméride. Finalmente, la Congregación hizo entrega de unos detalles a la Diócesis de Zamora, en la persona de su obispo, Gregorio Martínez, al Ayuntamiento de Toro, en la persona de su alcalde, Jesús Sedano, a la iglesia de Toro, representada por sus párrocos, José Luis Miranda y Roberto Castaño, y al historiador local José Navarro Talegón.

La jornada finalizó con un vino español en el patio interior del convento, que fue servido por el Hotel María de Molina.