Noche en vela: la provincia de Zamora vuelve a arder. VÍDEOS E IMÁGENES

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La provincia de Zamora ha vuelto a vivir una jornada dramática. Desde las 14:30 horas del domingo y hasta la madrugada, el fuego ha mantenido en vilo a cientos de vecinos y a un amplio dispositivo de emergencias, en un incendio que ha teñido de negro y gris la comarca de la Carballeda. La luz de la luna y el resplandor del incendio revuelven de nuevo el verano de Zamora.

Animales huyendo despavoridos, humo denso cubriendo el cielo y calles vacías en pueblos desalojados han sido la imagen de una noche que deja, una vez más, heridas profundas.

Pueblos arrasados

Cubo de Benavente, Uña de Quintana y Molezuelas de la Carballeda se han llevado la peor parte. El viento y la sequedad del terreno facilitaron que las llamas avanzaran sin control, obligando a evacuaciones masivas y al despliegue de bulldozers, unidades de Movember ya tras la caída del sol, y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) junto con los bomberos de la Diputación que han intentado parar el fuego en los aledaños de la localidad sobre todo de Cubo de Benavente.

En Cubo de Benavente, el fuego alcanzó varias naves y viviendas. Aunque helicópteros e hidroaviones combatieron las llamas hasta el anochecer, algunos vecinos han perdido sus propiedades. La llegada de la noche no detuvo el operativo: a las cuatro de la madrugada, hora de redactar esta información, el trasiego de vehículos y efectivos seguía siendo constante.

Defensa del pueblo casa por casa

La UME, brigadas BRIF y bomberos trabajaron durante horas para evitar que el fuego se adentrara en los cascos urbanos. En Cubo de Benavente, epicentro de la emergencia, la Guardia Civil cortó los accesos y coordinó la evacuación, aunque no todos decidieron marcharse: algunos vecinos permanecieron para defender sus casas, una imagen que se repite en cada gran incendio que sufre la provincia.

Esperando al amanecer

Será con la primera luz del día y el regreso de los medios aéreos cuando se pueda evaluar con mayor precisión el alcance de los daños. Por ahora, la prioridad sigue siendo frenar los frentes activos y evitar que las llamas se extiendan a otras zonas pobladas. El centro de mando avanzado montado a la entrada de Cubo de Benavente era un verdadero trasiego de vehículos esperando órdenes para atajar en las zonas de mayor necesidad el fuego que a estas horas merma por la bajada de las temperaturas pero que deja un reguero de desolación más que importante.

La es larga y el amanecer se presenta con el mismo desafío: una provincia que vuelve a luchar contra el fuego. La ZA -111 permanece cortada y el viento lleva hacia la provincia de León este nuevo incendio que puede haber quemado más de mil hectáreas según vecinos de las localidades evacuadas.

Entre tanto esto fue lo que pudimos ver en una noche más de fuego y miedo, de devastación y de humo, personas desplazadas a Camarzana de Tera donde al menos han podido descansar y cenar a la espera de la vuelta a casa.