Final feliz en Otero de Sanabria tras una intensa búsqueda de más de ocho horas

Reaparece María, la mujer desaparecida en el entorno del embalse de Cernadilla: pasó la noche al abrigo de unos matorrales
Despliegue de emergencia en el embalse de Cernadilla por la desaparición de una mujer
photo_camera Despliegue de emergencia en el embalse de Cernadilla por la desaparición de una mujer

Final feliz en Otero de Sanabria tras una intensa búsqueda de más de ocho horas. María, la vecina de 80 años desaparecida desde la tarde del miércoles, ha sido localizada esta mañana cerca de la estación de tren de Otero, desorientada pero en buen estado físico. La mujer, que pasó la noche al raso protegida entre la vegetación, está siendo atendida por los servicios sanitarios.

La alerta se activó a primera hora de la mañana tras comprobar su esposo que no había regresado a casa. Inmediatamente, efectivos de la Guardia Civil y del Parque de Bomberos de Rionegro del Puente pusieron en marcha un amplio dispositivo de búsqueda en las inmediaciones del embalse de Cernadilla, lugar hacia el que se dirigía la mujer antes de su desaparición.

Un despliegue modélico para una vecina muy querida

El operativo ha contado con el refuerzo del Grupo Cinológico de búsqueda de personas desaparecidas, el helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil y el grupo PEGASO con drones de reconocimiento. También participaron efectivos de SEPRONA y personal especializado de la Diputación de Zamora.

El punto neurálgico de coordinación se situó en Otero de Sanabria, donde desde primeras horas se concentraron medios terrestres y acuáticos. El perfil de María –una mujer de avanzada edad, sin móvil ni documentación, y con riesgo evidente de desorientación– activó todas las alertas. Afortunadamente, un rastreo por los alrededores permitió dar con ella al amanecer, exhausta pero consciente.

Pasó la noche al raso

Según fuentes del operativo, María se desorientó mientras regresaba a su casa y, al caer la noche, optó por resguardarse entre unos matorrales. Su buen estado físico y la benignidad del clima han sido claves para resistir la noche sin consecuencias graves.

Tras ser localizada,  ha sido trasladada en ambulancia a un centro de salud para su valoración médica, donde permanece en observación. El alivio en su entorno es palpable: María es una vecina conocida y querida por todos en Otero y Palacios de Sanabria, y su desaparición generó una ola de solidaridad y preocupación.

Una llamada a la prevención

Las autoridades insisten en la importancia de tomar precauciones, especialmente en zonas rurales donde los desplazamientos a pie son habituales entre la población de mayor edad. Informar sobre los itinerarios, llevar siempre un medio de contacto y evitar salir solos son medidas básicas para evitar este tipo de situaciones.

Aunque todo ha terminado bien, el caso de María recuerda la importancia de la coordinación entre cuerpos de emergencia, el uso de nuevas tecnologías como drones y la colaboración vecinal. La rápida reacción del dispositivo y la implicación de los ciudadanos han sido fundamentales para un desenlace feliz.

Zamora respira tranquila. María está sana y salva.

Comentarios