Dos terremotos casi seguidos entre Aliste y Tierra del Pan causan la alarma
Zamora ha vivido una leve sacudida sísmica este pasado miércoles, cuando en el plazo de seis minutos se registraron dos terremotos de pequeña intensidad en la provincia. Los seísmos, de magnitud 2,7 y 2,4 en la escala Richter, no causaron daños materiales ni personales, aunque uno de ellos fue sentido por los vecinos.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha informado de que el primero de los terremotos, de magnitud 2,7, se produjo a las 19:18 horas en el término municipal de Videmala, al noreste de la población de Cerezal de Aliste, a una profundidad de seis kilómetros. Este primer temblor, aunque de mayor intensidad, no fue percibido por la población debido a su profundidad y localización.
Sin embargo, el segundo terremoto, registrado a las 19:24 horas en el municipio de Muelas del Pan, sí fue sentido por algunos vecinos de la zona. Este segundo seísmo, de magnitud 2,4, tuvo lugar a ras de suelo, lo que facilitó que las vibraciones fueran más perceptibles. El epicentro se situó al noroeste de Muelas del Pan, cerca del embalse de Ricobayo, en unas coordenadas 41,5447 grados latitud norte y 6,0050 grados longitud oeste.
A pesar de que la intensidad fue leve y no se han registrado daños, algunos vecinos de Muelas del Pan afirmaron haber notado un leve temblor y vibraciones en ventanas y puertas durante unos segundos. El IGN ha confirmado que este tipo de movimientos sísmicos de baja magnitud son relativamente habituales en la provincia de Zamora, aunque rara vez se sienten o provocan consecuencias importantes.
Este doble evento sísmico destaca por la cercanía temporal y geográfica de ambos epicentros, situados a apenas diez kilómetros de distancia entre sí. Aunque Zamora no se encuentra en una zona de alta actividad sísmica, el subsuelo de la provincia registra de manera ocasional pequeños movimientos tectónicos, especialmente en las zonas cercanas a los embalses y fallas naturales.
Las autoridades locales y de Protección Civil han señalado que no se ha producido ningún daño ni se ha activado ningún protocolo de emergencia, pero recordaron la importancia de seguir las recomendaciones en caso de un seísmo de mayor intensidad. La calma vuelve a Zamora tras este leve sobresalto geológico, que ha servido como recordatorio de la actividad que, aunque imperceptible en su mayoría, sigue latente bajo el suelo zamorano.