Ciervo herido agoniza en la cuneta de la N-631 sin recibir atención tras horas de sufrimiento

Ciervo en Cuneta
El animal, que permanece en un estado crítico, no ha recibido la atención de los servicios de emergencias, ni del SEPRONA ni de carreteras

Este domingo por la mañana, la N-631 se convirtió en el escenario de una lamentable tragedia que evidencia la desconexión entre los servicios de emergencias y la naturaleza. A las 8 de la mañana, un ciervo sufrió un grave accidente tras colisionar con un vehículo, quedando mal herido en la cuneta de la carretera. A pesar del sufrimiento evidente del animal, que presenta un traumatismo severo, han transcurrido varias horas sin que se haya tomado ninguna medida para aliviar su agonía.

El animal, que permanece en un estado crítico, no ha recibido la atención de los servicios de emergencias, ni del SEPRONA ni de carreteras. La normativa actual establece que solo se puede intervenir en estos casos si el animal está muerto, lo que ha generado una situación desesperante para el ciervo, que continúa sufriendo sin que nadie actúe en consecuencia.
Este tipo de situaciones pone de manifiesto la desconcertante falta de empatía y eficiencia en la gestión de los casos de animales heridos en las vías. Mientras el ciervo sigue allí, sin que nadie tome la decisión de intervenir para evitar su sufrimiento, la impotencia ante la falta de acción por parte de las autoridades es cada vez más palpable.

Es triste observar cómo, en ocasiones, la burocracia y la falta de protocolos adecuados condenan a los animales a sufrir innecesariamente. En este caso, la inacción por parte de los responsables genera una evidente sensación de impotencia y desamparo. Mientras se espera una solución para el ciervo herido, este triste episodio refleja una profunda falta de respeto hacia los seres vivos y la naturaleza.

Las autoridades deben revisar sus protocolos de actuación ante situaciones como esta, actuando con celeridad y humanidad en casos de animales heridos en las carreteras. Este tipo de sucesos no solo habla de la indiferencia hacia los seres vivos, sino también de la necesidad urgente de mejorar la respuesta institucional ante emergencias de este tipo.