El Nazareno regresa a su barrio acompañado por la Virgen de la Esperanza cuando se cumplen 75 años de su primera salida procesional.
El Nazareno de San Frontis ha regresado a su gente, a su templo y a su barrio desandando los pasos que el Jueves de Pasión lo condujeron desde el templo sanfrontino hacia la Catedral para abrir una nueva Semana Santa. La Cofradía de Jesús del Vía Crucis, que cumple su 75 aniversario, lo devolvía esta tarde a su iglesia acompañado por la Virgen de la Esperanza, que lo despedía en la Plaza de Belén antes de rezar las estaciones de su Pasión junto al Duero.
Numeroso público esperaba el paso del Nazareno y de la Virgen por las calles del casco antiguo cuando se dirigían hacia el Duero, el río Duradero, que reflejaba en sus aguas al Hijo y a la Madre mientras atravesaban el río hacia una despedida, hasta el último abrazo.
En el aire, el compás de las marchas fúnebres llamaba a balcones y miradores y recordaba a la ciudad que ya nada puede detener la Pasión y la primavera, la muerte necesaria para que regrese la vida.
El Jesús guapo de los sanfrontinos pasaba por la Rúa nazareno y oro, mostrando a su Madre el camino de la cruz, las estaciones del dolor, acompañados por hombres y mujeres y también muchos niños en una cofradía que mira al futuro cuando se cumplen los 75 años de su primera salida procesional.
Vídeo de la Reverencia en la Plaza de Belén
Las calles se han convertido en un reguero de fe blanco y morado, en el redoble emocionado de los niños que son los cofrades del mañana, la promesa de nuevos Martes Santos acompañando a Cristo y a su Madre. Y así caía la noche y mientras en la margen izquierda Dios tomaba la cruz y caminaba junto a las aguas, en la margen izquierda la Iglesia de La Horta se preparaba para abrir sus puertas a la penitencia junto al Crucificado.
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