Los tres"mosquereposteros" de Zamora: el alma silenciosa de la Semana Santa

los tres mosquereposteros
Luis Pablos, Antonio Martín Alén y Juanmi Colino no necesitan presentación para los que viven o vivimos sea desde donde sea la Semana Santa de Zamora con el corazón.

 Son los tres mosqueteros del alma semanasantera, o mejor dicho, los “mosquereposteros”, como muchos ya los llaman con cariño y respeto. Desde hace años, son los encargados de una de las tareas más simbólicas pero menos visibles: colocar los reposteros de las cofradías y hermandades en la Plaza Mayor, anunciando que todo está listo para que Zamora se sumerja en su semana más sentida.

Cada año, cuando los balcones del Ayuntamiento se visten con los colores, escudos y símbolos de cada cofradía, son sus manos las que han subido, atado y colocado cada paño con mimo y precisión. Y no solo eso: también colocan el repostero de la Junta Pro Semana Santa en la fachada del Cuartel de la Policía Municipal, una tradición que, incluso en los años más duros, no se ha roto.

En plena pandemia, cuando el silencio invadía las calles vacías de Zamora, ellos tres mantuvieron viva la llama, colocando los reposteros como símbolo de que, aunque no hubiera procesiones, la Pasión seguía latiendo. Ese gesto, que a algunos pudo parecer menor, fue un acto de resistencia emocional, de fidelidad a una ciudad que, como ellos, no entiende abril sin su Semana Santa.

Reposteros 2025_18

En este 2025, han iniciado su labor con la colocación del repostero de la Virgen de la Esperanza. Y no es casual. Es uno de los más entrañables, el que conecta con la Zamora de la margen izquierda, con la tradición y con el futuro, con esa esperanza de que todo saldrá bien, de que esta será una Semana Santa histórica.

Y no lo será solo por su contenido procesional. Lo será porque llega con una ciudad en obras, levantada por la humanización, aún sin su Museo de Semana Santa reabierto, pero con el Puente de Piedra remodelado, símbolo también de una ciudad que, como sus reposteros, se coloca con orden y concierto para recibir la Pasión.

Ellos, Luis, Antonio y Juanmi, saben que el tiempo pasa y que, más pronto que tarde, necesitarán relevo. Pero formar un delfín para esta tarea no es solo enseñar a colocar telas, es transmitir un alma, una forma de hacer y de sentir. No basta con saber en qué orden van los reposteros: hay que entender lo que representan, lo que significan para quienes llevan toda una vida esperando ese momento en que la Plaza Mayor se transforma.

Porque cuando ese primer repostero ondea al viento, Zamora entera sabe que comienza su Semana Santa. Que es hora de reencontrarse con Merlú, con Barandales, con el bombardino, con el Miserere, con el Jerusalem... hasta llegar al Dos y Pingada. Porque esa es la verdadera esencia: salud para el año que viene, suerte para todos, y un reconocimiento merecido para estos guardianes silenciosos del sentir zamorano.

Que la semana sea todo lo fructífera que cada uno desee en su corazón, nosotros desde Zamora News agradecemos la labor de los tres mosquereposteros y de todos los que cuidan de que todo salga bien, sea en las hermandades y cofradías como en los cuerpos de seguridad y emergencias del estado. Nos encaminamos a unos días de árduo trabajo pero que hacemos con el sentir de todos los que nos ven ya sea en Zamora o en todo el mundo, porque recordemos que habrá miles de zamoranos aún lejos de esta Bien Cercada, pero que al menos quizá víendonos y leyéndonos estén un poco más cerca de la querida Zamora.