TEXTO ÍNTEGRO DE LA OFRENDA DEL SILENCIO
El doctor Enrique Crespo Rubio ha pronunciado esta tarde la plegaria y el ofrecimiento de silencio de la ciudad a los pies del Cristo de las Injurias. Este es el texto íntegro del Juramento.
"Sin darnos cuenta la tarde ha oscurecido. La ciudad de Zamora respira espiritualidad. El atrio ha quedado en silencio. Y ese silencio hoy nos recuerda que somos pecadores, quehemos injuriado, pero también que, como cristianos, somos capaces de pedir perdón por ello.
Ya han callado también las voces del gentío agolpado alrededor, sin duda, conmovido por Tu testimonio en la Cruz. Tu venerable imagen nos evoca tristeza y esperanza a la vez; tristeza porque sabemos que morirás en el Calvario y esperanza porque resucitarás victorioso.
Pero ahora Tu estampa, Santísimo Cristo de las Injurias, nos estremece.Tú, Señor, que fuiste martirizado por la maldad del mundo, te ofreces, en este Miércoles de Tinieblas, para redimir las injusticias de la humanidad, para purificar la perversión del pecado. Y Zamora, afligida, viene a suplicar piedad, a rogar consuelo: Tú, Jesús de Nazaret, que estás clavado con los brazos en cruz para acogernos, escucha nuestras preces y nuestras súplicas y deja que nos refugiemos en ellos.
Aquí nos encontramos, Cristo de las Injurias, otro Miércoles Santo postrados en tierra para suplicarte. Aquí nos presentamos, un año más, rodeando tu Santa Cruz. Aquí nos ofrecemos, gente común, gente que no tiene miedo a proclamar nuestra fe en Ti y en Tu Crucifixión.
Están percibiendo Tu dolor y Tu aflicción cristianos llegados de toda España; están honrándote las buenas almas de Zamora; te están venerando los hermanos de tu Cofradía; y yo estoy rendido ante tu escarnecida imagen para pedirte que repares nuestras culpas y ofrecerte nuestra oración porque hoy, Santísimo Cristo de las Injurias, va a empezar con Tu sacrificio la redención de todos los seres humanos.
Y aquí me tienes Cristo Salvador -arrodillado ante Ti, abrumado por Tu sagrada sangre, compungido ante Tu maltratada desnudez, abatido por ver como sostienes la expiación de los pecados de la humanidad-dispuesto a cumplir una plegaria, a ofrendarte un silencio...
...Representando a las gentes de Zamora, a nuestras familias, a los hermanos vivos del Silencio y a los hermanos difuntos... Sí, porque ellos, los que un día dejaron la vida terrenal, también han regresado convocados por los sonidos pausados de la campana mayor. Vienen cubiertos bajo caperuces colorados y cobijados por gastadas túnicas de lana ceñidas con cíngulos blancos para volver a pisar las frías piedras del atrio y contemplar Tu Cuerpo lívido, sanguinolento, escoriado, martirizado sobre la madera de la Cruz.
En el silencio de esta noche tenebrosa cubierta de nimbos ensangrentados, Zamora se postra ante Ti, Señor de las Injurias, para pedir perdón por nuestras omisiones, por nuestras amarguras... Pero también porque Tu amor nos conforte ante las dificultades y nos llene de esperanza en la vida.
Y Te ofrecemos silencio por nosotros y nuestras faltas; por aquellos que ya no podrán caminar más en la fila de Tu procesión; por nuestras madres, hermanas y mujeres que un día nos acompañaron y ayudaron a ponernos la túnica; y por nuestros hijos, para que un día ellos también se hinquen de rodillas y juren ese silencio que en Zamora se convierte en plegaria de perdón.
Y a Ti Señor recurro como creador de todo sentimiento de cariño y bondad; a Ti, que nos hiciste la mayor ofrenda que jamás se hizo entregándote en sacrificio por amor al hombre, suplico el perdón por tanta maldad y pecado como hay en la tierra. Y Te invoco para que nos ayudes a perdonar a nuestro prójimo,a dispensar a todos los que nos han ofendido, yte lo pedimos porque nuestra imperfecta naturaleza humana no nos permite perdonar tan fácilmente.
Te solicito clemencia por todo el dolor, ingratitud, padecimiento, que tantas veces ocasionamos a nuestros semejantes. Te suplico que continúes llevando la carga de los pecados terrenales del hombre. Te imploro para que expíes, finalmente, nuestras faltas el día del juicio supremo.
Y con toda la servidumbre de mi profesión Te pido confiadamente por los enfermos, por los traumatizados, por los heridos... Por aquellos que sufren en la cama de un hospital o en la soledad de su habitación. Ofréceles Señor el bálsamo, el aliento, que no Te ofrecieron en Galilea. Y porque en Tu Pasión sufriste los más crueles escarnios físicos, los más perversos suplicios carnales y no recibiste el consuelo de los hombres, nunca abandones a quienes sufren cualquier forma de padecimiento.
Aún queda mucha maldad martirizándote, Cristo de las Injurias. Hoy los cristianos siguen siendo crucificados... Pero hoy su cruz y sus clavos son las bombas, los proyectiles... Y su amarga pasión, su corona de espinas, es la indiferencia con que lo contempla el resto del mundo. Por eso Zamora necesita volver a presenciar Tu bendita sangre para pedirte por los cristianos que sufren persecución y martirio... Por las víctimas del odio, de la mezquindad, de la infamia.Hoy los canallas, los flageladores, los maltratadores, los sayones, son otros y Tú, el Hijo de Dios, debes seguir eximiendo tanta crueldad y nosotros implorándote misericordia, también, para tanto verdugo.
Cristo Redentor esta noche los toques de los clarines alejarán el escarnio, el insulto y la mofa que Tu santa imagen todavía hoy provoca entre tanto desalmado, como si no hubiera sido suficiente Tu amorosa ofrenda para inmolarte en la Cruz hace más de dos mil años. Y por ello, quiero ofrecerte nuestro silencio, nuestro humilde sacrificio de esta noche, principalmente, por ellos,por cuantos no han creído, no creen, que en Tu Crucifixión está la salvación de todos. Que esta ofrenda de nuestra devoción sirva, más que nada, para recuperar la fe en quienes han dejado de creer; que ayude a redimir a cuantos empujados por la codicia, la vanidad, el egoísmo, han caído en el escepticismo, en la idolatría pagana.
Dentro de breves momentos las trompetas de la Hermandad iniciarán la procesión del Rey de Reyes. Los heraldos harán sonar sus agudos lamentos para pregonar que en el silencio de la Crucifixión del Salvador está la plegaria del perdón. Las viejas y estrechas calles próximas a Tu Catedral están silentes aunque nadie lo haya dispuesto. Todos han guardado silencio con la esperanza de oír Tus lamentos pero Tú también callas ante Tu ciudad como has callado ante el sanedrín.
Tu recorrido por esta ciudad, un año más, va a conmover el ánimo de las gentes al contemplar Tus pálidas mejillas en Tu abatida cabeza. Sufriremos con Tu dolor viendo la carne desgarrada por la inhumana flagelación. Sentiremos, de nuevo, Tu espantosa sed... Pero hoy no Te vamos a ofrecer hiel y vinagre como entonces hicieron en el Gólgota; ahora la Zamora piadosa Te entrega el vino fresco que brota de las viñas de esta tierra para calmar Tu angustiosa sed como humilde ofrenda, como un profundo sentimiento de gratitud.
Nos enseñaron y aprendimos que Tu Pasión, Tu Crucifixión y Tu Muerte sirvieron para redimir nuestros pecados. Soportaste la traición de Tu pueblo, pero Santo Cristo, a lo largo de todo ese calvario, desde Tu prendimiento hasta Tu agonía en la Cruz, suplicaste por nuestra conversión, por nuestra redención. Pero somos ingratos y pareciera que Zamora, España, el Mundo ha descuidado esa doctrina.
El pueblo de Zamora Te pide, como plegaria eterna, que Tu luz ilumine, en esta noche de tinieblas, los corazones y el alma de los zamoranos. Que nunca dejes de redimir a cuantos Te ofendemos.Que derrames compasión e infundasesperanza en los que no conocen Tu eterna benevolencia.
Que Tu dolorosa imagennos sirva para recuperar aquellos devotos sentimientos que hemos ido olvidando por los avatares de la vida. Y esa caridad, esa misericordia, que Te rogamos nos ayudes a conservar aquel compromiso que recibimos con el Bautismo, que confesamos cuando tomamos la Primera Comunión y que asumimos cuando Te acompañamos por vez primera en esta Santa Procesión.
Santísimo Cristo de las Injuriasten piedad de mí, ten piedad de los hermanos de Tu Cofradía, ten piedad del pueblo de Zamora, tenpiedad de nuestra España. Cristo redentor, ayúdanos a propagar el evangelio que custodia la Iglesia y para ello, Zamora, que en este Miércoles de Tinieblas Te ofrece su silencio y recogimiento, implora Tu perdón y pide Tu bendición".
Enrique Crespo Rubio, 12 de abril de 2017
Fotos: Pablo Carretero