El coro del Espíritu Santo celebra su 40 aniversario con un concierto con un apoteósico final, con la versión instrumental del 'Crux Fidelis' dirigida por el propio Manzano, que ha puesto en pie a una abarrotada iglesia de San Andrés.
El Coro de la Hermandad Penitencial del Espíritu Santo ha celebrado hoy su 40 aniversario con el estreno de dos piezas de Miguel Manzano, quien hace cuatro décadas prestaba identidad propia al desfile procesional de la noche del viernes de Dolores y revolucionaba la música procesional de la Semana Santa de Zamora con el himno 'Crux Fidelis' para interpretar en la calle, y el 'Christus Factus Est' que desde entonces se entona en el acto de oración de la Catedral.
Con la presencia de Miguel Manzano en un abarrotada iglesia de San Andrés y bajo la dirección de Eduardo Vidal, quien ha conferido a la formación de cantores una destacada calidad en los últimos años, el coro ha interpretado la música que ilustra la noche del viernes de Dolores en Zamora para celebrar los cuarenta años de su constitución y como colofón a la segunda jornada del Triduo en honor de su titular.
Además del Christus Factus Est y de las Lamentaciones de Jeremías, el público podido escuchar por primera vez el himno 'Per Crucem', severo y solemne (como indica el propio Miguel Manzano en la partitura), compuesto para dos voces graves para el "coro pequeño" de la Hermandad integrado por una veintena de cantores, que será interpretado, según indicaba Eduardo Vidal a este periódico, tanto en el interior del templo al inicio de la procesión, como cuando el Cristo del Espíritu Santo abandone el atrio catedralicio, una vez celebrado el acto principal de oración en la noche del Viernes de Dolores.
A diferencia del Crux Fidelis y del Christus Factus Est, compuestos con ritmo binario, esta nueva obra es de ritmo ternario y guarda una estrecha relación estilística con ambas composiciones y el sello inconfundible de su autor.
En cuanto al acompañamiento musical del Crux Fidelis que ha puesto punto final al concierto, hay que destacar la intervención del ya conocido acompañamiento de órgano (interpretado por Delia, hija de Miguel Manzano) al que se le han añadido un cuarteto de trompas, en contrapunto con el coro, y unos timbales, que han prestado una especial brillantez y majestuosidad a una de las partituras que es ya santo y seña no solo de esta hermandad sino de toda la Semana Santa zamorana y cuya interpretación ha emocionado y sorprendido a los presentes.
En agradecimiento a su nueva composición, el abad de la hermandad ha hecho entrega a Miguel Manzano de un dibujo original de Antonio Martín Alén.
Como broche final, el concierto ha tenido un final apoteósico con el propio Miguel Manzano dirigiendo al coro solemne y mayestático en la versión instrumental de Crux Fidelis, cántico al que se han unido los antiguos cantores presentes en la iglesia. Probablemente allá arriba, en lo alto, también cantaban los que un día lo entonaron en la tierra.
Triduo
La hermandad finaliza mañana sus cultos con el tercer y último día del Triduo, que será presidido a las 13 horas en la iglesia de San Andrés por el Obispo de la Diócesis, coincidiendo con el Día del Seminario, y que contará con la intervención del coro.
GALERÍA (Fotos: Ana Pedrero)