Más de tres décadas generando cantera
El colegio Medalla Milagrosa ha recibido este domingo el Banzo de Oro Institucional 2024 por su labor promocional y de arraigo de las tradiciones de la Pasión zamorana desde las aulas de Infantil
Desde la década de los años 90, este centro fue pionero a la hora de recrear mini procesiones que han saltado de las aulas y del patio de recreo a las calles del centro
Un reconocimiento a más de tres décadas generando cantera para la Semana Santa de Zamora. Desde los años 90, la Medalla Milagrosa lleva inculcando a sus escolares el arraigo hacia una de las tradiciones más veneradas en la ciudad y provincia como son los días de Pasión. Una labor dentro y fuera de las aulas que le ha valido el Banzo de Oro Institucional 2024.
La Casa de Zamora en Madrid ha reconocido al centro gestionado por la Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl su labor de "promoción, apoyo y cuidado, de las tradiciones y costumbres de la Semana Santa de nuestra tierra desde la docencia". En la entrega del galardón, se ha vuelto a hacer hincapié en el "sentido de arraigo identitario" de estas mini procesiones que han saltado de las aulas y del patio de recreo a convertirse en la antesala de la Pasión por las calles aledañas del colegio.
Pionero a la hora de comenzar a recrear entre los infantes el ambiente y la estética de algunas de las 18 Cofradías y Hermandades, este centro implica a sus aulas más tempranas en unas procesiones que se han convertido en toda una tradición para los vecinos más allá de un acto previamente acotado a padres y familiares.
Cofrades y damas de 2 a 5 años desfilan, algunos por primera vez fielmente custodiados por los alumnos de Primaria que emulan los papeles de cargadores, músicos y agentes de la Policía, recreando toda la atmósfera que rodea a cada procesión. Un trabajo que parte de las aulas donde se trabaja de manera transversal "la música, los sonidos, la gastronomía o los olores".
Casi un cuarto de siglo ha pasado desde que la Medalla Milagrosa apostó por una tradición hoy en día más que asentada y replicada dentro y fuera de la ciudad y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo. De los primeros trajes realizados a partir de bolsas de basura o papel continuo a los trajes de fieltro o telas que buscan imitar con mayor realismo los detalles del hábito que recrean, la estética ha evolucionado conforme a su cada vez mayor exposición pública.
Un trabajo que implica a los propios padres, encargados de dar vida a las túnicas y apoyados por el equipo docente que les facilita patrones e, incluso, talleres para enseñar a coser los trajes que este año recrearán un año más la estética de la Buena Muerte. Una procesión que este año repetirá como temática en agradecimiento por el premio y que coincide con la celebración del 50 aniversario de la Hermandad. Será este 20 de marzo al mediodía cuando las puertas del centro vuelvan a dar paso a uno de los momentos más esperados en el tiempo de descuento de la Semana Santa.
Un mes antes de que los pequeños cofrades salgan a las calles, teas y antorchas en mano, el centro se convierte en un auténtico taller artesanal que da vida a las medallas, velas o faroles con cartulina, cintas o papel de plata, pasando por los propios pasos que recaen en los docentes más avezados en las artes plásticas.
Una actividad a la que "no le falta detalle" y que cuenta con itinerarios propios logrando la implicación e interés no sólo de los vecinos, también de los comercios cercanos que cuando se acerca la fecha siempre preguntan "cuándo va a ser". Así lo ha avanzado Susana Palencia, directora pedagógica en las etapas de Infantil y Primaria que ha recogido el galardón en la capital junto a dos tutoras de Infantil.