Luis Felipe Delgado imparte una lección de amor con los cinco sentidos en su pregón

El escultor José Luis Alonso Coomonte recibe el Barandales de Honor 2016.

Emoción, memoria y sentimiento. Y verdad, mucha verdad. Bajo estas premisas ha pregonado este mediodía Luis Felipe Delgado de Castro la Semana Santa de Zamora en un abarrotado Teatro Ramos Carrión que ha vibrado con las vivencias del pregonero, narradas en impecable prosa y con una voz que siempre será la voz de Zamora. Previamente el escultor José Luis Alonso Coomonte recibía el Barandales de Honor, máxima distinción que otorga la Junta pro Semana Santa.

El Teatro Ramos Carrión se ha quedado pequeño este mediodía para el pregón de la Semana Santa 2016 pronunciado por Luis Felipe Delgado de Castro. Pequeño no en aforo, sino para acoger tanto amor, tanto calor, tantas emociones y vivencias comunes a una gran mayoría de zamoranos y semanasanteros que han vibrado con la palabra y la voz del pregonero.

Presentado por el director regional de la Cope, Luis Jaramillo, y fuertemente arropado por los suyos: familiares, amigos, compañeros de directivas y en la carga, compañeros de Cope, cofrades de a pie y directivos de todas las cofradías, Luis felipe Delgado de Castro ha realizado una "declaración de amor" a Zamora. Amor con los cinco sentidos, desde la oración inicial en forma de vesos: "Como era en un principio, Señor. /Venías con la cruz. Yo aún era un niño. /Pasaban por la tarde, en mágico tropel, /azules y rosadas, /bandadas de sonrisas y aleluyas", hasta el párrafo último "Te amo en los paisajes y cielos con los que me llenaste el alma. Te amo en los momentos gozosos, tantos y tantos, que me regalaste, en los sentimientos que pusiste en mi corazón. Y en tanta buena gente que trajiste a mi camino y con los que, mientras te amaba, recorrí un largo trecho de la vida".

"Pero sobre todo -concluía-, te amo en la luz de la memoria de quienes, de mi sangre, me enseñaron a quererte tanto. Te amo en la Cruz de la Fe que todo lo llena y preside, esa sencilla Cruz del Nazareno que me enseñaron a querer cuando era un niño, un Domingo de Ramos como hoy. Y te amaré, Zamora, hasta el día en que, agotada mi vida, unas manos claven en ti mi última cruz para ser una más en esa entrañable tierra de cruces que cultivas".

Un auditorio encendido ha escuchado con la emoción a flor de piel al pregonero, treinta y cuatro años después de su primer pregón, en un acto que ha sido una lección magistral de amor con los cinco sentidos, que ha servido a la vez para repasar la vida del propio pregonero y de quienes eran niños hace sesenta años con los sabores de los potajes de Cuaresma, olores como el del taller de encuadernación de José María Alejandro, el tacto de la piedra y de las verjas del viejo Ramos Carrión, los abrazos. Recuerdos velados de su padre, Macario Delgado, y de Magdalena de Castro, camarera de la Virgen de la Soledad, quien le colocaba la crucecita que luce en el pecho la imagen.

Los sonidos de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cruz Roja, las campanas del España y de Alberto Villacorta, lasfiguras de Aragón y Haedo, el fielato, la Zamora de la infancia de tantos zamoranos... nada ha escapado de la memoria de Luis Felipe Delgado, memoria viva de la ciudad.

En la mesa presicencial, el Obispo de la Diócesis, monseñor Gregorio Martínez Sacristán; la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón; la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo; el alcalde de la ciudad, Francisco Guarido; el subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo; el presidente de la Cámara de Comercio, Manuel Vidal; y el presidente de la Junta pro Semana Santa, Antonio Martín Alén, así como el secretario, Juan Antonio Haedo. Y entre el público, presidentes, cofrades, con el silencio que produce la emoción escuchando al pregonero.

Todos los presentes han recibido una edición del pregón con ilustraciones de artistas zamoranos y portada de Antonio Pedrero que es una pequeña joya de la palabra, un compendio de la historia de la ciudad y de sus tradiciones, del pasado, del presente y del futuro.

Amor con los cinco sentidos y un mapa de cruces, las de verdad, las de los hombres, han trazado un viaje por el corazón en un pregón plagado de memoria y agradecimiento hacia quienes modelaron la ciudad y la Semana Santa, unos con nombres y apellidos, otros dejados al imaginario de cada uno.

Algún día las crónicas dirán que hubo un Domingo de Ramos en que una declaración de amor, que no un pregón, abrió de forma oficial la Semana Santa del año 2016.

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