La Hermandad de Las Capas recibe a ocho nuevos hermanos
El bombardino impuso el botón de plata a los mayordomos y el coro interpretó el Miserere Alistano en la iglesia de San Claudio de Olivares.
La Hermandad de Penitencia ha celebrado la imposición de capas a los nuevos cofrades y la de botones a los mayordomos. Ocho son los hermanos que se incorporan a la hermandad que rinde culto al Cristo del Amparo y que recrea en la noche del Miércoles Santo una procesión de pueblo en el trazado de una ciudad medieval. El son lúgubre del bombardino y el Miserere de Aliste resonaron en el templo anticipándose a la penitencia.
Hace 60 años los zamoranos contemplaban el paso de una nueva procesión entre el asombro y la incomprensión. Ataviados con la capa ceremonial de Aliste y de Alba y farol de pajar en mano cuatro decenas de cofrades salían a las calles a honrar al Cristo del Amparo, el Crucificado de Olivares, el de la calavera y los cardos a sus pies.Sesenta años han transcurrido desde entonces y la cofradía ha encontrado su perfecto ensamblaje en la Semana Santa de Zamora, convirtiéndose en uno de los referentes de los días de la Pasión.
Tras muchos años inscritos en la lista de espera -la cofradía mantiene su cupo cerrado-, ocho han sido los cofrades que se incorporan este año a la hermandad. Después de la bendición de las capas, la tradicional prenda de ceremonial que en Zamora es hábito de penitencia les fue colocada sobre los hombros a David Rodríguez Calzada, Carlos Alberto Pérez Vázquez, Juan González Ferrero, José Carlos Rodríguez San Gregorio, Ramón Dionisio Alba Blanco, José Alberto Mateos Fernández, David Ignacio Rayo Vega y Félix Gómez Izquierdo, quienes la recibieron con gran emoción, sabiendo que su paño de lana parda pondrá a resguardo silencios y promesas que solo pueden realizarse ante Dios.
Además el bombardino, Eduardo Vidal, impuso el botón de plata a los mayordomos del año en curso, tradición heredada de Agustín Lorenzo, que recibieron este año Víctor Javier Furquet, Juan María Escudero, Marcelo Jacinto González y Fernando Fombellida. De esta forma la cofradía que preside Antonio Martín Alén reconoce la veteranía de unos y recibe con los brazos abiertos a los que llegan.
A los actos ha asistido uno de los fundadores de la hermandad, Dionisio Alba Marcos, con quien Zamora mantendrá una deuda de gratitud permanente al impulsar dos de las cofradías sin las que no se concebiría la Semana Santa tal y como la conocemos como son la Hermandad de Penitencia y la Penitente Hermandad de Jesús Yacente, exponentes ambos de un profundo sentimiento religioso y una impresionante estética que calan hondo enre los zamoranos y entre quienes visitan en esos días la ciudad.
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