La Banda Nacor Blanco estrena un CD con la música procesional de principios del XX
La grabación reivindica la figura del Maestro Haedo y es fruto de un intenso trabajo de investigación para recuperar el patrimonio musical zamorano.
La Banda de Musica Maestro Nacor Blanco, que dirige Álvaro Lozano, presenta el próximo domingo 13 de marzo en el Teatro Principal el CD "Albores", una grabación que recoge las marchas fúnebres para banda que sonaron por primera vez en Zamora a principios del siglo XX y en torno a la figura del recordado Maestro Haedo.
El disco es fruto de un intenso trabajo de investigación de miembros del colectivo y del propio director y pretende recuperar marchas procesionales que se interpretaban en la Semana Santa de Zamora a principios del siglo XX y que con el paso del tiempo han caído en el olvido, por lo que se trata de un importante paso en la recuperación del patrimonio musical zamorano.
Además el disco reivindica la importancia del recordado Maestro Haedo, célebre músico que compuso numerosas piezas para la Pasión zamorana y que realizó diversos arreglos sobre partituras de otros autores, como es el caso de la marcha fúnebre del compositor alemán Sigismond Thalberg, convertida con los años en un auténtico himno para los zamoranos desde que fuese elegida para levantar el "Cinco de Copas" en la madrugada del Viernes Santo en uno de los momentos cumbres de la Semana Santa de Zamora.
El concierto tendrá lugar a las 19 horas en el Teatro Principal, en cuya taquilla ya pueden adquirirse las entradas al precio de tres euros.
Programa
En la primera parte del concierto la Banda Nacor Blanco interpretará las marchas "Las Tres Cruces" y "El Último Adiós", de Inocencio Haedo Ganza; "Jueves Santo", de Álvaro Milpáger Díaz, "Mors", de Gaspar de Arabaolaza, con arreglo del maestro Haedo; y "En la Cruz", de Eduardo López Juarranz.
Tras un breve descanso, la segunda parte está integrada por la Marcha Funebre en Do menor, de Felipe Gorriti y Osambela, con arreglo de Inocencio Haedo; "Esperanza Nuestra", "Lágrimas de Madre", y "El Nazareno", de Inocencio Haedo Ganza, para cerrar con la Gran Marcha Fúnebre (op. 59) de Sigismond Thalberg, con arreglo de Inocencio Haedo en la reconstrucción de R. Villar.