Irma Gómez Fernádez, el amor de los "Pintas" a la Virgen de la Soledad

Dama de la cofradía de Jesús Nazareno y secretaria de la antigua Sección, la zamorana ha desgranado sus vivencias junto a la Virgen de la Soledad, que ha regresado a San Juan ya restaurada.

Con la Virgen de la Soledad a su lado, como siempre la siente, Irma Gómez Fernández ha pronunciado esta tarde la primera Exaltación a la Virgen de la Soledad organizada por la Cofradía de Jesús Nazareno. Un acto que ha supuesto un repaso a sus vivencias desde niña en el seno de su familia, los "Pintas", íntima y entrañablemente vinculada a la imagen y en la que ha narrado recuerdos comunes a las miles de mujeres que la acompañan por las calles en la tarde-noche del Sábado Santo. La Virgen de la Soledad regresaba así a San Juan, en todo su esplendor, después del proceso de limpieza y restauración al que ha sido sometida.

En la presentación del acto el presidente de Jesús Nazareno, José Ignacio Calvo, ha señalado que la Exaltación Literaria a la Virgen de la Soledad surge con vocación de continuidad y como preámbulo al Quinario que cada año concita en San Juan a centenares de cofrades y devotos.

Emocionada, Irma Gómez ha tenido palabras de recuerdo para su familia y ha recordado las vivencias de la infancia en la procesión y sensaciones que bien conocen las miles de mujeres que han acompañado a la Virgen el Sábado Santo. "¡Qué frío sentíamos al pasar por la Plaza de Alemania! Y esa obsesión que teníamos mi hermana y yo porque no se nos apagase la vela. No debíamos mancharnos de cera el abrigo, aunque todavía se utilizase el papel de estraza, y que no se oscureciese el cristal de la tulipa por miedo a que estallase!".

Referencias a los hermanos de paso de la Virgen, a los que están y a los que faltan; a los cotaneros que la colocan en su mesa procesional; a la estampa de su padre yendo a cargar con la Virgen para regresar a la niña que iba buscando bajo las faldillas del paso a los suyos o contemplando cómo sus camareras la vestían con todo celo en San Juan han sido un repaso a la memoria y a los recuerdos que se guardan y se cuentan desde el corazón.

También Irma Gómez se ha referido a su estapa como primera Jefa de Procesión y sus diez años como directiva en la antigua Sección de Damas junto a Rosa Nieto, para quien ha tenido unas cariñosas palabras. "¡Cuántas horas dedicadas a la preparación del Quinario en honor de la Virgen. Los coros, los sacerdotes, las lecturas, las sillas, las intenciones, las flores..." , así como la emoción del rito de entrada de nuevas damas o el paso de los niños por el manto de la Virgen o los nervios antes de cada procesión.

Agradecida, ha tenido palabras para Mercedes y Sixto, cuidadores de la iglesia, así como para los sacerdotes Luis Zurrón y Plácido Mielgo y la Policía Municipal, que tiene a la Virgen por Patrona. "Lo más bonito -ha dicho- por encima de todo lo demás era la cara de las Damas girándose para ver caminar a su Virgen, embelesadas y absortas, tanto que siempre cortaban la fila y teníamos que indicarles que siguiesen caminando. Hoy en día sigue ocurriendo. Cuando notamos que está cerca nos giramos para mirarla y ahí parece que se detiene el tiempo".

A pesar de los sinsabores, para Irma Gómez la Exaltación Literaria a la Virgen de la Soledad ha sido el inicio de una nueva vida semanasantera, pasando página, para poder disfrutar de la Ella desde la pasión y la devoción que a veces se pierden por el camino.

Sus penúltimas palabras han sido para los pasajes musicales del Viernes y Sábado Santo -"Soledad", de Cerveró, Thalber o Mater Mea-,y para la estampa de "museo andante" que conforma la procesión de la madrugada sin olvidarse de las numerosas mujeres que acuden cada año alumbrando a la Virgen a las cinco de la mañana.

Para finalizar, Irma Gómez Fernández ha reclamado que la Semana Santa no pierda su esencia. "Somos lo que somos porque nuestros antepasados trabajaron arduamente para cambiar las cosas. Seamos dignos sucesores y, si podemos, mejoremos la Semana Santa de Zamora como verdaderos cristianos".

Tras desear suerte a la nueva junta directiva, la pregonera ha tenido palabras de agradecimiento para quienes fueron sus compañeras de directiva y su esquipo de celadoras así como para la Banda de CCy TT de la cofradía y la de "Ciudad de Zamora" "por su apoyo constante". Una emotiva referencia a sus padres y a su sobrino, que pensaba que su tía trabajaba "donde la Sole", ha cerrado su intervención, deseando a los presentes una intensa Semana de Pasión.

La vicepresidenta de la cofradía, Violeta Martín Cabañas, ha agradecido a Irma Gómez Fernández sus palabras y le ha hecho entrega de una réplica de la imagen realizada por el escultor Ricardo Flecha, nuevo asesor artístico de la hermandad.

El Merlú sonó en San Juan para abrir el acto. Y el templo se hizo oración para saludar en su regreso a la Virgen a la que es su casa y para despedirla con la Salve como si fuese la noche del Sábado Santo y sus Damas le dijesen adiós en la Plaza Mayor antes de devolverla al templo que la custodia todo el año.

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