Honores a la Señora de Zamora
La Virgen de la Soledad recorre las calles de la ciudad acompañada por miles de mujeres
La ciudad se ha echado este Sábado Santo a la calle para acompañar a la Virgen en su Soledad. Miles de mujeres en las filas y miles de zamoranos en las aceras han contemplado el paso de la Señora de Zamora con su leve manto de viuda, como se la venera todos los días del año en la iglesia de San Juan, y escoltada por la Policía Municipal (de la que la imagen es Patrona) de gala, siempre arropada por la devoción que siente la ciudad.
Abría la procesión la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Nazareno, a la que acompañaba –ya integrada en el desfile procesional- la Banda de Cornetas y Tambores Ciudad de Zamora. Como novedad, la cofradía ha incorporado un coro de voces mixtas, dirigido por el barítono Luis Santana, que interpretó en varios puntos del recorrido un Stabat Mater compuesto por el músico toresano y director de la Banda de Música de Zamora, David Rivas. Una sentida pieza de carácter intimista que la cofradía ha incorporado con intención de aligerar la procesión y que sonó francamente bien en la calle.
La Banda Nacor Blanco mecía su paso por las calles a hombros de sus cargadores, que la llevan amorosamente por la ciudad para que Zamora pueda contemplarla y besarla con los ojos y depositar en sus manos miles de plegarias. También formaba en la procesión una representación de la Policía Municipal, que por Patrona a la imagen más querida por los zamoranos.
Tras el cántico de la Salve, la Virgen emprendió el corto camino que separa la Plaza de la iglesia de San Juan. Las mujeres la siguieron como una marea de luces encendidas que se elevaron al cielo cuando la Señora de Zamora hacía su entrada y la ciudad le decía adiós en uno de los momentos más bellos y emotivos de la Semana Santa, que constituyen un homenaje espontáneo a la Madre de Dios, a la que Zamora rinde honores cada Sábado Santo.