Los hermanos entrarán en San Vicente con las teas apagadas y se prohibirá la libre circulación de fotógrafos en Santa Lucía.
Los hermanos de la Buena Muerte han reelegido a Félix Gómez como Abad de la hermandad, puesto que ocupa desde 1978 y que desempeñará durante los próximos cinco años como marcan los estatutos. Como novedades en la procesión de este año destaca que los hermanos accederán a San Vicente con las teas apagadas. Además, se prohibirá la libre circulación de fotografos en la Plaza de Santa Lucía durante el rezo y el cántico del 'Oh, Jerusalén'.
La asamblea ha refrendado el trabajo realizado por Félix Gómez como Abad de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte reeligiéndolo para un nuevo mandato de cinco años. La candidatura ha sido la única que concurría a las elecciones y ya reelegido el abad ha agradecido la confianza de los hermanos.
Novedades en la organización
Aunque la procesión de la noche del Lunes Santo está más que consolidada y es un magnífico ejemplo de organización, en el presente año destacan dos novedades. Por un lado, y atendidendo a "una especial sensibilidad con el patrimonio", los hermanos accederán a San Vicente al concluir la procesión con las teas apagadas, lo que evitará cambios drásticos de temperatura en el interior del templo.
Este hecho obliga a cortar el paso al público desde Mariano Benlliure hasta las puertas de San Vicente, ya que en esa zona se instalarán cubos de agua para apagar las teas y contenedores para que los hermanos las vayan depositando antes de accder al interior de la iglesia. Una veintena de teas permanecerán encendidas para iluminar la magnífica talla del Cristo de la Buena Muerte en el acto que cierra la procesión, de puertas adentro, mientras el coro de la hermandad entona el 'Vexila Regis'.
Para Félix Gómez esta modificación, además de respetar el patrimonio, contribuirá a realzar el acto, "ya que será más íntimo y ganará en emotividad", según afirma a Zamora News.
En cuanto a la organización, la segunda modificación se producirá en la Plaza de Santa Lucía, donde no se permitirá a los fotógrafos acceder durante el rezo y el cántico del 'Oh, Jerusalén'. "Nos hemos visto obligados a tomar esta medida -señala el abad- ante el bochornoso espectáculo que tuvo lugar el año pasado, con canidad de fotógrafos moviéndose entre los cofrades e incluso niños pequeños corriendo, cuando lo que se celebra es un acto penitencial".
Diez nuevas altas
Diez nuevos hermanos han ingresado en la hermandad, que en estos momentos cuenta con 452 cofrades. Como se acordó, cada año se dará da alta a diez nuevos hermanos hasta llegar a la cifra de 500.