La Cofradía de la Resurrección pone punto final a una Semana Santa con la ceremonia del Encuentro, en la que se ha interpretado la Suite Sayaguesa de David Rivas en la Plaza Mayor.
Jesús Resucitado y la Virgen del Encuentro han recorrido esta mañana las calles de Zamora para poner punto final a una Semana Santa ya cumpida y vivida. A las nueve de la mañana partía el Cristo desde la iglesia de La Horta para dirigirse por la Cuesta de Pizarro hacia la Plaza de Fray Diego de Deza mientras la Virgen ascendía por la Cuesta del Piñedo. Ya en la Plaza Mayor, ambas imágenes se han encontrado en una ceremonia en la que como novedad se ha introducido la interpretación de la Suite Sayaguesa ciompuesta por David Rivas.
Ahora si, ahora ya la primavera ha llegado a Zamora. La primavera esta mañana se hacía presente en las varas de los cofrades de la Resurrección, llenas de flores y colorido, y en el sonido de la flauta y el tamboril, preludio de las romerías de la Pascua.
A las nueve de la mañana partía Jesús Resucitado desde la iglesia de La Horta, donde los cohetes anunciaban la salida de la procesión. La imagen se ha dirigido hacia la Plaza de Fray Diego de Deza, donde tiene lugar la trtadicional estación con el desayuno en la casa del pintor Antonio Pedrero. Precedido del tamboril de Javier Cuadrado, como siempre, el Jesús ha ascendido la cuesta de Pizarro acompañado este año también por el folclorista Luis Antonio Pedraza, quien después del Encuentro ha interpretado junto a la Banda de Zamora uno de los movimientos de la Suite Sayaguesa compuesta por David Rivas y adaptada a la cadencia del baile de los pasos.
Un cuarto de hora más tarde salía del templo la Virgen del Encuentro, de Higinio Vázquez, con su manto de luto y terciopelo y mecida por los acordes fúnebres que interpretaba la Banda del Maestro Nacor Blanco, para dirigirse por la Cuesta del Piñledo a las calles céntricas de la ciudad.
Eran las once y veinte de la mañana cuando ambas imágenes confluían en la Plaza Mayor, donde miles de varas se han alzado hacia el cielo y Cristo y su Madre se han saludado con las tradicionales reverencias mientras la Virgen cambiaba el luto por el azul de su manto y sonaba el Himno Nacional y desde los balcones del Ayuntamiento viejo y de la plaza se disparaban salvas de alegría y victoria.
En ese momento, la Banda de Zamora ha iniciado la interpretación de la Suite Sayaguesa de Rivas, anunciando así que empieza el tiempo de la Pascua y de las romerías, de la vida y de la primavera. Solo on este Encuentro, solo con la victoria de la vida sobre la muerte, tienen sentido los días de luto y penitencia, el convertir cada año las calles en prolongación de los templos y reafirmarnos en la esperanza de la Resurrección.
Juntas ambas comitivas en una sola han descendido la Cuesta de Balborraz para dirigirse hacia La Horta, donde un año más se ha puesto el punto final a una Semana Santa que ya es recuerdo y memoria. Allí, mientras alzaban sus varas al cielo, muchos cofrades iniciaban la cuenta atrás para la Semana Santa de 2017.
Salud para todos, hermanos.