Manuel Alejandro director de la Banda de Zamora:"La música en Semana Santa potencia la imagen afectiva del momento"

Manuel Alejandro, actual director de la Banda de Música de Zamora, responde a preguntas sobre la Semana Santa zamorana desde el punto de vista de la dirección de la banda.

ZN: La Semana Santa cuenta con muchos iconos, especialmente en Zamora. Los momentos más destacados como puede ser el canto del Lunes Santo en la plaza, la reverencia de la Esperanza y el Nazareno pasando el Puente de Piedra el Martes Santo, la subida de Balborraz en la mañana del Jueves Santo, el levantamiento del "cinco de copas" la madrugada del viernes Santo al son de Thalberg... Todos estos momentos... ¿serías capaz de concebirlos sin música? ¿Qué importancia le darías a las bandas en este contexto?


M: Todos esos momentos son mágicos dentro de la Semana Santa zamorana y la música es una parte fundamental en ellos, potencia la imagen afectiva del momento. Tanto es así, que cada uno tiene una marcha determinada que lo representa, por así decir, de una forma musical. No sería capaz de vivenciar todo esto sin música.
Las bandas desempeñan una labor fundamental en todos estos escenarios y en general en toda la Semana Santa, las bandas actualmente no son un mero «adorno», sino que son el medio mediante el cual los cargadores de cada paso pueden realizar su trabajo de una manera correcta y confortable. Además, las marchas fúnebres habituales en la Semana Santa zamorana son maravillosas, de una calidad musical tremenda y al fin y al cabo, es música, música que emociona y refuerza las imágenes de los días de pasión.


ZN: La Banda de Música de Zamora lleva en nuestra ciudad desde su fundación con el Maestro Haedo en 1919, ¿podrías contarnos algo sobre sus orígenes?


M: La actual Banda de Música de Zamora es sucesora de la célebre Banda de Música Provincial, presentada en 1919 y fruto de la labor pedagógica del Maestro Haedo en el Hospicio. Tras sufrir varias reestructuraciones, surge en 1963 la Banda de Música del Patronato de Fomento Musical, al frente de la cual permanece hasta 1979 el último director de la antigua Banda Provincial D. Felipe Blanco Aguirre. Desde 1981 se hace cargo de la Banda D. Nacor Blanco Toranzo hasta 1990 en que pasa a colaborar como subdirector y profesor, mientras Carlos Cerveró la dirige como titular hasta 1993. En esta época es cuando el Patronato deja paso al Consorcio de Fomento Musical. A partir de este momento D. José Ignacio Petit Matías, será el nuevo director hasta octubre de 1998. Se produce la ruptura con el Consorcio de Fomento Musical, en 1996 y la constitución de la Asociación Cultural "Banda de Música de Zamora", de quien depende la Banda en la actualidad. Alvaro Lozano Rodriguez, Luis Miguel Jímenez Resino, y Manuel Gran Roselló fueron los directores de la banda durante el siguiente periodo. En noviembre del año 2001 José Ignacio Petit Matías retoma la dirección de la banda hasta el año 2012. A partir de ese momento pasan Victor Teresa Cubero, David Rivas y Alejandro Fernández hasta el año 2014 en el cual se hace cargo de la Banda su actual director, Manuel Alejandro López Pérez.


ZN: La Semana Santa zamorana es considerada una de las más antiguas y prestigiosas de España, con origen en 1273, ¿cómo imaginas la Semana Santa en aquella época cuando la música no acompañaba aún a los pasos?


M: Pues sinceramente y seguramente por las referencias actuales, no sería capaz de concebir la Semana Santa sin música, pero es evidente que las características de las procesiones en ese momento no tenían nada que ver con la estética y necesidades actuales; así se entiende la ausencia de música.


ZN: ¿Cómo se vive la Semana Santa dentro de la banda? Siendo director, ¿cómo es el organizar una banda entre tanta multitud?


M: Dentro de la Banda es una semana fantástica de música, emoción, sacrificio, esfuerzo, compañerismo... desde el primer día que empiezas a ensayar las marchas hay un ambiente especial en el local de ensayo: ilusión y ganas por vivir en familia otra Semana Santa más. No hay ningún interés económico por parte de los músicos, es pasión por la música y cariño por la Semana Santa; hay muchísimo cansancio, sobre todo en los últimos días, pero esta pasión y cariño del que te hablo pueden con todo. Es una semana mágica.

Mi trabajo durante la Semana Santa es más difícil de lo que parece: la colocación de una banda tan grande, ir pendiente de todos los detalles tanto de la procesión como de la propia banda, colocar las marchas en su sitio correcto, animar a los músicos cuando el cansancio empieza a hacerse patente, y... el simple hecho de ir delante de la Banda de Música de Zamora supone una presión añadida a estos días. Pero estoy en una posición maravillosa que me permite controlar todo a nivel de mi propio trabajo, así como de disfrutar del buen hacer de los músicos que dirijo y de la emoción con la que los pasos que acompañamos recorren las calles zamoranas. A nivel personal en mis dos Semanas Santas anteriores he vivido momentos realmente emocionantes y reconfortantes.