Emotiva Vigilia Pascual en Fuentesaúco que une fe, tradición y fraternidad en la Guareña
Una celebración cargada de emoción, simbolismo y comunión entre pueblos, presidida por el párroco Fernando Lorenzo Martín, con la colaboración del celebrante de la Palabra Ángel García González, y coronada con una entrañable chocolatada organizada por Rufi Aparicio, gran colaborador, amante de la Semana Santa saucana y alma generosa de esta iniciativa.
La ceremonia fue, como señalaron muchos asistentes, "una vigilia preciosa", en la que se palpaba el espíritu pascual, la esperanza renovada y la alegría compartida por la Resurrección del Señor. La luz del cirio pascual, portado por representantes de las parroquias de Villamor, Villaescusa y Vallesa de la Guareña, iluminó la noche y marcó el inicio de una Pascua vivida con intensidad.
Una comarca unida bajo la luz pascual
Uno de los momentos más destacados de la noche fue la ofrenda de los bastones de mando por parte de los alcaldes de Fuentesaúco, Villamor, Cañizal, Villaescusa, Vallesa y Olmo de la Guareña, quienes entregaron simbólicamente el poder civil a Jesús Resucitado, en señal de fe y humildad. Un gesto cargado de simbolismo que refuerza la profunda conexión entre las instituciones y la vida parroquial en esta comarca zamorana.
“La Pascua es un nuevo comienzo. Esta vigilia ha sido una muestra de unidad, de fe compartida y de esperanza para toda la Guareña”, señaló el párroco Fernando Lorenzo Martín tras la celebración.
Rufi Aparicio, corazón dulce de la Pascua
La velada concluyó con una chocolatada fraternal, ofrecida por Rufi Aparicio, cuyo cariño por la Semana Santa y compromiso con la comunidad volvieron a hacerse visibles en este broche final tan esperado por grandes y pequeños. Entre tazas de chocolate caliente y risas compartidas, se selló una noche que quedará en el recuerdo por su calidez, su espiritualidad y su ambiente familiar.
Desde las parroquias de la Guareña se desea a todos unas Felices Pascuas de Resurrección, con el deseo de salud y vida para volver a celebrar juntos dentro de un año. Porque en Fuentesaúco, la Resurrección no solo se proclama... se vive, se canta y se comparte.