El obispo de Zamora presidirá la Misa Crismal el Miércoles Santo
En esta celebración bendecirá los óleos de los enfermos y de los catecúmenos y consagrará el Santo Crisma. Además, los sacerdotes renovarán las promesas de su ordenación.
Zamora, 10/04/17. El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá el próximo 12 de abril, Miércoles Santo, la Misa Crismal, eucaristía en la que concelebrará la mayor parte del clero diocesano y que comenzará a las 11 horas en la Catedral.
En la liturgia católica es la primera celebración indicada por el Misal Romano para el Jueves Santo, previa a la Misa de la Cena del Señor, pero en Zamora –al igual que en otros muchos lugares– se adelanta un día para que puedan asistir con más facilidad los sacerdotes diocesanos, los laicos y los consagrados.
En su carta de convocatoria para la Misa Crismal, monseñor Martínez Sacristán expresa su deseo de que "acudáis la variedad de vocaciones, carismas y servicios que están presentes y que enriquecen a nuestra Diócesis". Se trata de una celebración relevante "que consolida y muestra la unidad de todos los fieles católicos en torno a su obispo".
Además, el prelado hace este año "un llamamiento singular a las familias cristianas de nuestras parroquias para que os sintáis convocadas, de manera que los padres junto con los hijos participéis en esta eucaristía, asociándoos así más fuertemente a la gran familia creyente de nuestra Iglesia". Y recuerda a los sacerdotes la comida que compartirán en la Casa de Ejercicios después de la celebración.
Estructura de la Misa Crismal
En la Misa Crismal, después de la homilía del obispo, el clero renueva públicamente ante el pueblo de Dios las promesas de su ordenación presbiteral. Tras una invitación a ese momento por parte del obispo, les pregunta tres veces a los sacerdotes presentes por su voluntad de ser fieles al ministerio recibido, y ellos responden las tres veces: "sí, quiero". Seguidamente, invita al resto de fieles a rezar por sus ministros, recibiendo por respuesta: "Cristo, óyenos; Cristo, escúchanos".
El momento posterior de esta eucaristía consiste en que el obispo consagra el Santo Crisma y bendice los óleos de los catecúmenos (empleado en el bautismo y en sus ritos preparatorios) y de los enfermos (empleado en la unción de los enfermos), de ahí el nombre de "Misa Crismal".
La palabra "crisma" proviene del término griego chrisma, que significa unción (y por ello Cristo significa ungido, Mesías). Así se llama al aceite y bálsamo mezclados que el obispo consagra este Miércoles Santo por la mañana, y que servirá para ungir a los nuevos bautizados, signar a los confirmados y ordenar a sacerdotes y obispos.
Varios ministros y fieles se acercan en procesión, desde el coro de la Catedral hasta el presbiterio, llevando tres ánforas con los óleos. En primer lugar, el obispo bendice el óleo de los enfermos, "para que cuantos sean ungidos con él sientan en cuerpo y alma tu divina protección y experimenten alivio en sus enfermedades y dolores".
A continuación hace lo mismo con el óleo de los catecúmenos, pidiendo a Dios que éstos, los que se preparan para recibir el bautismo, "vivan más hondamente el evangelio de Cristo, emprendan animosos la tarea cristiana y, admitidos entre tus hijos de adopción, gocen de la alegría de sentirse renacidos y de formar parte de la Iglesia".
Por último, en el interior del ánfora con el óleo preparado para el Santo Crisma, el obispo vierte un frasco de perfume y, a continuación, sopla sobre la boca del ánfora, tras haber invitado a los fieles presentes a rezar para que los que sean ungidos con él "sientan interiormente la unción de la bondad divina y sean dignos de los frutos de la redención". Después, con las manos extendidas, pronuncia una larga oración de consagración, que en un momento concreto cuenta con la participación de todos los sacerdotes concelebrantes, que extienden la mano derecha hacia el Crisma en silencio.
Triduo Pascual
El obispo de Zamora también presidirá en el primer templo diocesano, como es habitual, los cultos del Triduo Pascual, las jornadas más importantes del año para los católicos. Celebraciones que comenzarán en la tarde del Jueves Santo y concluirán el Domingo de Pascua de Resurrección, días en los que se celebra el Misterio Pascual de Cristo: su pasión, muerte y resurrección.
El Triduo Pascual se iniciará con la Misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo (13 de abril) a las 17 horas. La Iglesia recuerda esa tarde la última cena de Jesús, el día del amor fraterno y la institución del sacerdocio. A continuación tendrá lugar la tradicional Hora Santa, un tiempo de oración comunitaria ante el Santísimo Sacramento, reservado en el "monumento" para la adoración de los fieles y para poder dar la comunión al día siguiente, cuando no se puede celebrar la eucaristía.
El Viernes Santo, 14 de abril, se iniciará con el rezo del oficio de Laudes (oración matutina de la Iglesia) a las 10 horas. La celebración de la Pasión del Señor, presidida por el obispo, tendrá lugar a las 13 horas. En ella destacan, como momentos fundamentales, la lectura de la Pasión según San Juan, una larga oración universal, la adoración de la cruz y la comunión del Santísimo Sacramento reservado del día anterior.
El Sábado Santo, 15 de abril, día de silencio en la Iglesia, que aguarda junto al sepulcro de Cristo su resurrección, comenzará con el rezo del oficio de Laudes a las 10 horas. El obispo presidirá la solemne Vigilia Pascual a las 23 horas, con su esquema tradicional: lucernario, larga liturgia de la Palabra, liturgia bautismal y liturgia eucarística.
Continuando la solemnidad de la Resurrección de Cristo, a las 10 horas del Domingo de Pascua, 16 de abril, tendrá lugar la Misa con el rezo de Laudes. A las 13 horas el obispo presidirá la solemne Misa pontifical con la bendición apostólica.