El Nazareno y la Esperanza se anticipan a los días de Pasión
Las cofradías del Vía Crucis y de la Esperanza celebran el 25 aniversario de la puesta a hombros de las imágenes
Emoción en los ojos de los cargadores. Esa emoción que sólo conocen quienes arriman el hombro cuando llegan los días de Pasión y sacan a las calles a Cristo y su Madre. El Nazareno de San Frontis y la Virgen de la Esperanza se han alzado esta tarde sobre sus cargadores y han salido al atrio catedralicio mecidos por los acordes de la Banda Maestro Nacor, la misma que acompaña su paso en los días santos, cuando Zamora se echa a la calle y los acompaña perpetuando una tradición de siglos.
Centenares de zamoranos han acudido esta tarde a la Catedral para conmemorar la primera salida de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis desde el templo mayor, donde recibe culto en la actualidad la Virgen de la Esperanza. Una misa oficiada por el capellán de la Cofradía del Vía Crucis, José Ángel Rivera de las Heras y un concierto de la Banda de Música Nacor Blanco han precedido la salida hasta el atrio catedralicio de las dos imágenes, en recuerdo del 25 aniversario de su puesta a hombros, cuando la directiva presidida por Virgilio Pedrero propició una profunda reforma en la cofradía.
A la ceremonia han acudido, además de los directivos del Vía Crucis y de la Cofradía de la Virgen de la Esperanza, presidentes y directivos del resto de cofradías, así como numerosos cofrades de ambas hermandades, independientes desde 2010 pero unidas por la historia y por la devoción al Nazareno y a su Madre.
Ella, la Virgen de la Esperanza, con su manto verde y las manos extendidas. Él, el Nazareno, con la Cruz a cuestas, vestido de morado, cuando apenas falta menos de un mes para que atraviese el puente desde San Frontis hasta la Catedral abriendo una nueva Semana Santa, anticipándose a la primavera y a los días santos.
Los acordes fúnebres de la Banda de Nacor Blanco resonaban en el templo mayor. "Adoración", "Cristo del Perdón", "Mater Mea", "Dolor de una Madre", "Esperanza de Zamora" y "Nazareno de San Frontis" pusieron la nota más emotiva a la ceremonia, anticipándose a los días de Pasión en que las calles se llenarán de sus acordes y las aceras de gentío. En el aire, una inminente Semana Santa, en este tiempo en que los cofrades ya descuentan los días en el calendario, ponen a punto sus túnicas y renuevan su fe. Ya no falta nada.
Y en el recuerdo, aquella emoción, la misma emoción que experimentaron cargadores y cofrades aquella tarde de Martes Santo, hace ahora veinticinco años, cuando el Nazareno y la Esperanza salieron por la puerta de la Catedral a hombros de sus cargadores, para cumplir su itinerario por las calles de Zamora y hacer verdad el misterio de la Pasión según la fe popular.