El Cristo de las Injurias sobrevuela las bóvedas de la Catedral

photo_camera Foto: Rafael Lorenzo

La imagen ha sido trasladada desde su capilla a la mesa procesional en un espectacular proceso que eleva al Crucificado mediante cuerdas y poleas.

El Cristo de las Injurias ha sido hoy trasladado desde el altar de su capilla hasta su mesa procesional mediante un sistema de cuerdas y poleas que hace que la impresionante imagen se eleve por las bóvedas de la Catedral y que los presentes puedan contemplar a la imagen casi a ras de suelo para apreciar con detalle la perfección de su anatomía.

Directivos y hermanos de paso de la Real Cofradía del Silencio han procedido en primer lugar a descender al Cristo desde el altar que preside en su capilla hasta unos bancos, donde devotos y curiosos han podido sentirse más cerca de Dios, del Crucificado de las tres miradas, la mejor talla del Renacimiento español.

Posteriormente, y con todo cuidado y pericia, la imagen ha sido elevada mediante un sistema de cuerdas y poleas hasta casi rozar las bóvedas del trascoro para ser después descendido lentamente hasta quedar anclado en su mesa procesional, donde quedará expuesto en la Catedral hasta el Miércoles Santo, día en que la Cofradía del Silencio lo llevará hasta el Museo de Semana Santa, de donde partirá el Viernes Santo para regresar al templo mayor.

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