Con la iglesia casi en penumbra, situado ante el altar sobre la blanca sábana, a la luz de cuatro cirios rojos, presidía esta tarde-noche la imagen de Jesús Yacente el primero de los Vía Crucis Cuaresmales que organiza la Penitente Hermandad de Jesús Yacente. En un lateral, como llamas vivas, el recuerdo de los hermanos que ya han pasado al otro lado de la vida y que lo acompañaron por las calles en la noche del Jueves Santo y sumaron sus voces al Miserere al llegar a la Plaza de Viriato.
Recogimiento y respeto en el templo para rezar ante una de las imágenes de mayor devoción entre los zamoranos, cuyo paso por las calles sobrecoge y que permanece expuesto al culto durante todo el año en Santa María.
Centenares de personas, cofrades y devotos, han asistido a la iglesia donde ha tenido lugar la misa seguida del rezo del Vía Crucis. Con catorce las cruces de las estaciones dispuestas en la pared, los asistentes han ido completando el camino de la Cruz recorriendo el templo y meditando sobre la Pasión de Cristo. El Coro Sacro, dirigido por Pablo Durán, ha intervenido en diversos pasajes de los cultos, que se repetirán el 17, 24 y 31 de marzo a partir de las 20.30 horas.