La Real Cofradía del Silencio celebra el rito de entrada de nuevos cofrades y distingue a los mayordomos.
La Real Cofradía del Silencio celebraba ayer en la Catedral el rito de entrada de nuevos hermanos que se incorporan este año como cofrades de pleno derecho para acompañar al Cristo de las Injurias en la tarde del Miércoles Santo. Además la cofradía hizo entrega a los mayordomos de una reproducción del Cristo titular de la cofradía.
A la mayoría los apuntaron siendo niños. Muchos llevan más de cuarenta años sin faltar ni una procesión acompañando al Cristo de las Injurias después de jurar silencio cada Miércoles Santo. Ayer su devoción y su veteranía se vio compensada con la entrega de una reproducción de la impresionante talle del Crucificado, además de la emoción y el orgullo interno de poder vivir una mayordomía.
La Real Cofradía recibió asimismo a los nuevos hermanos, un total de 50 frente a 40 bajas. Ellos serán los mayordomos del mañana, que aseguran la continuidad y la devoción del pueblo zamorano por el Cristo de las Injurias que se hace patente cada Miércoles Santo cuando la ciudad se echa entera a la calle para contemplar su paso majestuoso.
