La Vulgo Congregación conmemora los 150 años de 'La Caída' y de la incorporación de 'La Agonía', los 130 años de la Virgen de la Soledad y los 30 años de su Banda de Cornetas y Tambores.
La Cofradía de Jesús Nazareno celebra este año cuatro efemérides como son los 130 años de la Virgen de la Soledad, los 150 años de 'La Caída' y de la incorporación de 'La Agonía' a la procesión de la madrugada del Viernes Santo, así como los 30 años de la fundación de la Banda de Cornetas y Tambores que abre la procesión cuando rompen los tambores mientras el 'Cinco de Copas' sale de San Juan.
En el año 1886 Ramón Álvarez realizaba para la cofradía la Virgen de la Soledad, donada por Joaquín Muñiz Arribas y que se ha convertido en la principal devoción de la cofradía y de los zamoranos. Imagen de vestidor, posee una dulce y serena belleza que rápidamente entroncó con el sentir popular. La Virgen viste en la madrugada del Viernes Santo hábito y túnica de tertiopelo morado bordado en oro, mientras que el Sábado Santo sale a las calles con un sencillo manto de percal negro, pobre y austera, lo que resalta su belleza. Así es como se expone al culto durante todo el año en la iglesia de San Juan.
En cuanto al paso de 'La Caída', Ramón Álvarez terminó de tallar las figuras de Jesucristo, de la Virgen y de José de Cirene justo a tiempo para que pudieran desfilar en la Semana Santa de 1866. No fue hasta el año 1878 cuando pudo completar su trabajo en ese grupo con otras cuatro figuras entre los que figura el popular 'Niño de los Clavos'. Destaca, por su belleza y expresividad, el rostro del Jesús Caído.
En el caso de 'La Agonía', el grupo procede de un retablo y fue realizado por Juan Ruiz de Zumeta en el año de 1604, adaptándose para desfilar en procesión como grupo escultórico en 1886. La escena representa el típico Calvario con las imágenes de Jesús y María, San Juan y la Magdalena aferrada a la Cruz.
Treinta años de cornetas y tambores
Hace 30 años la cofradía incorporaba una banda de cornetas y tambores propia en sustitución de la de la Cruz Roja, que por entonces era la que abría la práctica totalidad de las procesiones, Desde entonces, el toque de la banda, que resuena tras el Merlú mientras el 'Cinco de Copas' es alzado en el interior de San Juan. Con sus redobles y sus cornetas arranca la procesión más populosa de cuantas integran la Semana Santa de Zamora en un momento mágico en el que se disparan las emociones y la ciudad camina hacia el Calvario de las Tres Cruces.