Las luces de Sanabria, centro de todas las miradas, dejan una "óptima ocupación" en el puente
Las luces de Puebla de Sanabria continúan acaparando la atención de los visitantes que, cinco años después, aún mantienen la expectación por acudir al encendido de luces y dejarse maravillar por el encanto de una villa medieval que se engalana por Navidad.
El concurso "Juntos Brillamos más" organizado por Ferrero Rocher le valió en 2018 un premio en forma de 100.000 bombillas LED que desde entonces suponen un nuevo atractivo para la zona como ha vuelto a poner de manifiesto este puente de la Constitución. Tanto el Patronato de Turismo como AZEHOS han notificados ocupaciones del 95% en el conjunto de la provincia pero con un lleno absoluto en puntos del extremo noroeste. En Puebla conseguir una plaza hostelera era una misión casi imposible y así lo han demostrado las cifras.
Los alojamientos, restauración, comercios, servicios de actividades y transporte han alcanzado una "óptima ocupación", según sostienen desde la Oficina de Turismo que también ha constatado grandes datos en lo relativo a la visita de museos y monumentos de interés en el corazón de Sanabria. Así, el Castillo lo han visitado 2.824 personas por las 2.568 que han querido conocer de cerca la Iglesia de Nuestra Señora del Azoague seguida de las 1.409 que se han acercado hasta el Museo de Gigantes y Cabezudos. 672 visitantes han solicitado información en la Oficina d Información y otros 200 han acudido hasta la Escuela Micológica.
Desde el Ayuntamiento se ha apostado por potenciar este preludio de las fiestas navideñas al apostar por una iluminación reforzada y ampliada este año en el Conjunto Histórico y que ha atraído a miles de visitantes llegados de toda la geografía del país, desde las islas hasta todas las comunidades autónomas, incluyendo muchos vecinos portugueses. Todos ellos han disfrutado de la magia de las calles y rincones engalanados.
El Consistorio recuerda la importancia del concurso de Ferrero Rocher que esta tarde descubrirá al nuevo pueblo ganador entre sus finalistas, Celanova (Orense) y La Alberca (Salamanca), que se engalanará estas navidades pero que también deberá apostar en futuras ediciones por mantener el cuidado de los pequeños detalles, trabajando en la promoción y la innovación, para sobrevivir al aluvión inicial y mantenerse en el mismo nivel de éxito.
Un reconocimiento publicitario que supondrá un empujón económico y de notoriedad nacional como en su día lo fue para Puebla.