El pavo ibérico de este pueblo salmantino que revoluciona el Día de Acción de Gracias

El próximo jueves 28 de noviembre, millones de personas en Estados Unidos celebrarán el Día de Acción de Gracias con el tradicional pavo, un plato que, año tras año, ocupa el centro de las mesas en todo el país. Sin embargo, un pequeño pueblo de Salamanca, San Pedro de Rozados, podría ofrecer una alternativa gastronómica única: el pavo ibérico criado en libertad de la empresa Cascajares.

Este tipo de pavo, que ha ganado reconocimiento por su calidad y sabor, no es nuevo en eventos de alto perfil. En 2004, fue elegido para formar parte del menú de la boda real de Felipe VI y Letizia Ortiz, y desde entonces ha conquistado a figuras públicas como la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada y el director de cine Santiago Segura. Lo que hace destacar a este pavo ibérico es su proceso de crianza en libertad en las dehesas salmantinas, donde los animales se alimentan de bellotas, hierbas aromáticas, frutos silvestres y hasta insectos, siguiendo una dieta ecológica que mejora sus propiedades nutricionales.

La carne de estos pavos se caracteriza por su alto contenido de ácido oleico (Omega 3), lo que no solo incrementa su sabor, sino que también ofrece beneficios para la salud, como la reducción del colesterol y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Esta propuesta se presenta como una opción más saludable en comparación con el pavo tradicional consumido en Estados Unidos.

Cascajares ha recuperado una tradición culinaria centenaria, devolviendo a los pavos ibéricos su protagonismo en la gastronomía española, una vez desplazados por los cerdos ibéricos en décadas pasadas. Además, la empresa ha mostrado una notable capacidad de recuperación, después de que un incendio destruyera su fábrica en Dueñas en enero de 2023. En solo nueve meses, Cascajares logró reconstruir su planta y retomar su actividad, lanzando también iniciativas como el Bosque Cascajares, un proyecto enfocado en la reforestación.