El viaje de una zamorana de Madrid a Laponia sobre dos ruedas

Silvia Caballero a su llegada a Helsinki

Silvia Caballero emprendió su segundo viaje en solitario con su moto en una ruta de más de 8.000 kilómetros que le ha llevado hasta la región más septentrional de Finlandia

“Está bien tener un final para un viaje, pero al final, es el viaje lo que importa”. Una frase que defina la última experiencia de una zamorana aficionada desde siempre al mundo de las dos ruedas. Sólo un accidente cuando viajaba de acompañante le alejó temporalmente de la carretera. Fue durante su experiencia laboral en la Vuelta Ciclista a España cuando Silvia Caballero se decidió a retomar el contacto con las motos y apostó por sacarse el carné A en busca de un nuevo reto.

“Si para un senderista su sueño es, por ejemplo, completar el Camino de Santiago, para los moteros es llegar hasta la punta más al norte de Europa”, señala. Un viaje, “un sueño” que Silvia emprendió con inseguridad pese a una cierta planificación del viaje. Los problemas con la moto, una Ducati con la que partió con el contador puesto en casi 53.000 kilómetros, retrasó su llegada a Laponia -y con vuelta por Helsinki- con respecto a lo previsto y le obligó a parar en varios momentos. Sólo de mecánica Silvia cuenta tres incidentes, uno de ellos que pudo medianamente solventar ella misma hasta esperar a la asistencia técnica. “Me obligó a bajarme de la moto porque esto pasó un sábado y los talleres no abrían hasta el lunes. Yo lo arreglé para andar por ciudad, pero en carretera cualquiera de estos fallos sería muy peligroso. No me gusta salir a carretera si la moto no está en condiciones óptimas".  

Silvia se iba marcando una meta diaria de kilómetros a recorrer, si bien el tiempo también jugaba en su contra con jornadas de hasta 12 horas de lluvia interrumpida y la presencia de animales peligrosos como alces que le llevaron a prolongar su viaje. Una aventura que finalmente llegó a término a los 20 días de arrancar la moto en la Madrid -la ciudad donde actualmente vive y reside- y ya con el contador sumando más de 8.000 kilómetros en Helsinki.

Todo un sueño el de esta farmacéutica y estudiante de Medicina que, a sus 32 años, no para de añadir trabajos y pasiones a su largo currículum. Modelo desde bien joven, representó a Zamora para aspirar al título de Miss España hace ya una década, tiempo durante el cual ha trabajado de modelo y actriz. Ahora, la mayor parte del tiempo la dedica a su trabajo entre recetas y medicamentos y al mundo de las dos ruedas.

No ha sido su primer viaje en solitario. Silvia ya realizó otro viaje anterior hasta Alemania, donde tiene familia y al que suele viajar con frecuencia, si bien este viaje estuvo cargado de imprevistos. La joven –que domina a la perfección el inglés y el alemán pero que también se desenvuelve en portugués e italiano- contó con la ayuda del intercomunicador, la misma Ducati y la marca SW-Motech que le ayudaron en una de sus paradas a solventar los problemas de ajuste de las maletas a la moto.

Y es que, si bien le encanta participar en salidas colectivas, una de las pasiones de Silvia es planificar rutas en solitario. “Viajar sola es una experiencia increíble, da mucha fuerza pero hay otros que son muy duros: cuando estás a 2º C y no ves que llegas al punto de destino… te dan ganas de llorar”. Sin apoyo físico, Silvia tuvo que hacer frente a un intento de robo de su moto, pero también se topo con auroras boreales y parajes de ensueño. 

Consciente de la peligrosidad de realizar este tipo de viajes sola, Silvia asegura que su primera ruta a Alemania le sirvió para aprender sobre los riesgos que podían surgir en esta nueva aventura y que no le han echado en ningún momento para atrás. “A mí me encantaría hacer este tipo de viajes con amigos, pero llegado el momento es muy difícil porque son muchos días”.

La experiencia también le llevó a aprender a ahorrar en cuestiones como el alojamiento y la comida. “Las maletas te ayudan en ese sentido y la acampada también ayuda (desde Suecia es legal) mientras que en Alemania y Francia tienes que ir a hotel o campings”. Silvia también repara en la importancia de planificar cuestiones como el cambio de moneda -en el caso de Suecia y Dinamarca- con tiempo. “Son trucos que tienes que ir aprendiendo sobre la marcha y que se quedan para futuras salidas”.