En 2026, viaja al pasado: la esgrima histórica te espera en Zamora
Cada jueves por la tarde, el Pabellón Deportivo del Instituto Claudio Moyano se transforma en un escenario donde la historia cobra vida. Los socios de la Sala de Armas Viriato, adultos de todas las edades se adentran en la esgrima antigua, una disciplina que combina deporte, historia y técnica.
El historiador Domingo González Santos, maestro instructor en Zamora y Salamanca, guía las sesiones. De 19:00 a 20:15 se enseña esgrima antigua, utilizando réplicas de espadas, dagas y otras armas de los siglos XV al XVII, siguiendo tratados y escuelas españolas, alemanas e italianas. De 20:15 a 22:15, los asistentes practican esgrima deportiva, centrada en técnica, coordinación y reflejos.
La esgrima antigua recrea sistemas de combate medieval y renacentista, desde duelos personales hasta técnicas de guerra. Los alumnos aprenden movimientos funcionales, defensa personal y estrategias de combate, siempre con materiales adaptados para garantizar la seguridad.
Esta disciplina que se practica aquí forma parte de un movimiento internacional conocido como HEMA (Historical European Martial Arts), es decir, Artes Marciales Históricas Europeas. Esta práctica se basa en la reconstrucción de sistemas de combate europeos que se documentan en manuales y tratados desde la Edad Media hasta principios de la era moderna (siglos XIII‑XIX), y busca interpretar y aplicar esas técnicas con un enfoque educativo y físico.
La esgrima antigua no es un simple entretenimiento escénico: es un método de aprendizaje que combina la investigación histórica con la aplicación práctica de técnicas reales de combate tal como fueron concebidas en su época. Las escuelas de HEMA actuales estudian textos originales que enseñan desde movimientos con espada larga medieval hasta sistemas de ropera renacentista, con énfasis en la aplicabilidad funcional de cada técnica.
Para garantizar la seguridad, los clubes utilizan equipamiento moderno de protección: espadas de entrenamiento sin filo o con punta roma, protecciones corporales, guantes acolchados y caretas, lo que permite a los alumnos practicar con intensidad sin riesgos excesivos.
Desde su llegada a Zamora en 2018, González Santos ha conseguido que la ciudad viva esta tradición poco conocida. Sus alumnos comienzan con el equipo del club y, poco a poco, algunos adquieren su propio material. La disciplina no requiere cualidades especiales más allá de coordinación y ganas de aprender, y abre sus puertas a jóvenes y mayores por igual.
Más allá del deporte, la esgrima antigua ofrece una experiencia única: cada movimiento conecta con siglos de historia, transformando un pabellón en un viaje al pasado, donde la espada, la daga y la técnica enseñan tanto como un libro de historia.