Zamora en tus manos, una aventura sensorial que te transporta en el tiempo
La iglesia visigoda de San Pedro de la Nave está representada en una maqueta elaborada por Abelardo Gómez
Una de sus particularidades es la posibilidad de levantar su tejado, lo que permite apreciar la estructura interior del edificio
En el bullicioso distrito madrileño de Tetuán, entre la amalgama de calles y vida urbana, se esconde un rincón singular donde los sentidos toman el protagonismo. El Museo Tiflológico de la ONCE, una joya cultural y educativa, invita a sus visitantes a explorar la historia a través del tacto, ofreciendo una experiencia única que trasciende lo visual.
Desde la imponente Mezquita de Córdoba hasta la majestuosidad del Palacio Real, pasando por emblemáticos monumentos internacionales como la Torre Eiffel de París o el Coliseo romano, el museo ofrece una inmersión táctil en la arquitectura más icónica del mundo. Cada detalle, cada relieve, permite a los visitantes descubrir la grandeza de estos monumentos de una manera totalmente nueva.
Sin embargo, entre estas maravillas arquitectónicas, destaca una pieza única que lleva consigo la historia y el encanto de Zamora: la recreación de la iglesia visigoda de San Pedro de la Nave. Este templo, trasladado a la localidad de El Campillo en un delicado proceso de traslado piedra a piedra, se erige como un testimonio de la rica herencia histórica de la región.
Representada en una impresionante maqueta elaborada por Abelardo Gómez Barrios. Datada entre los siglos VII y VIII, esta obra arquitectónica de planta de cruz latina destaca por su arco de herradura, característico de la arquitectura visigoda. La técnica utilizada para su recreación es la entalladura, empleando como material principal la resina de poliuretano. Con unas dimensiones de 32 centímetros de altura, 55 centímetros de ancho y 70 centímetros de profundidad, esta maqueta permite una experiencia visual y táctil única.
Una de sus particularidades es la posibilidad de levantar su tejado, lo que permite apreciar la estructura interior del edificio. San Pedro de la Nave es un raro ejemplo de la arquitectura visigoda, situada en el valle del Esla. Trasladada al pueblo de El Campillo en 1930 debido a la construcción del embalse de Ricobayo, esta iglesia sigue cautivando con su historia y belleza a través de esta representación meticulosa en el Museo Tiflológico de la ONCE. Además, también se podrá conocer el tacto de otros monumentos de Castilla y León, como la Catedral de Burgos, San Martín de Frómista o la ciudad de Ávila, con su muralla, catedral, palacios e iglesias más importantes.
Ubicado en la calle A Coruña, el museo está diseñado para sumergir al público en un viaje sensorial a través del tiempo. Con tres áreas temáticas que abarcan desde monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad hasta obras de artistas ciegos, el museo ofrece una experiencia inclusiva y enriquecedora para todos sus visitantes.
Las maquetas meticulosamente elaboradas a mano son uno de los mayores atractivos del museo, permitiendo a los visitantes explorar cada rincón de los monumentos a través del sentido del tacto. Cada pieza cuenta una historia, reflejando el esfuerzo y la dedicación de los maquetistas profesionales que invierten años en su creación.